Marca España cambia de piel. El Gobierno de Pedro Sánchez ha decidido dar un giro a la oficina creada en 2012 por el Ejecutivo de Mariano Rajoy para mejorar la imagen del país en el exterior. Ahora se llamará España Global, contará con presupuestos propio y tendrá al frente a Irene Lozano, exdiputada del PSOE y anteriormente de UPyD.
Este alto comisionado tiene rango de Secretaría de Estado, pero sus funciones no son retribuidas, y depende funcionalmente del presidente del Gobierno y orgánicamente del ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación. La intención de Josep Borrell es que ahora sea un “instrumento dotado de recursos, de capacidad y de personal, con una orientación distinta” a la que tenía cuando se creó, según adelantó él mismo en una respuesta parlamentaria.
Marca España fue creada por el primer Gobierno de Mariano Rajoy en 2012, en plena recesión, para mejorar la imagen del país en el exterior por la vía de coordinar y potenciar las actividades desarrolladas en temas sectoriales por otros Departamentos y órganos de la Administración General del Estado.
Seis años después, el Gobierno socialista asume que su labor, “en un contexto económico extremadamente complicado” ha sido “de gran eficacia y muy positiva para la imagen de España en el exterior”, especialmente en su función de coordinar y potenciar las distintas actividades. Es más, sostiene que así lo demuestran los diferentes índices internacionales, prestigiosos e independientes, que miden el impacto de la imagen internacional de los países.
Ahora, dice el Gobierno, “la mejor situación económica de la que goza España y las positivas proyecciones sobre su crecimiento en los próximos años” permiten contemplar la posibilidad de dotar de recursos a la oficina “para afrontar nuevos desafíos en la construcción de una imagen positiva, sólida y sostenible del país en el exterior”. En esos objetivos, dice, “Marca España seguirá desarrollando una valiosa e importante actuación”.
Irene Lozano, una figura polémica en el PSOE
Al frente de España Global, como se llamará ahora, Pedro Sánchez tiene la intención de colocar a Irene Lozano, tal y como adelantan este martes ‘El País’ y ‘El Mundo’. Sustituirá así al empresario Carlos Espinosa de los Monteros, responsable de esta oficina desde su creación.
La figura de Lozano resulta incómoda para el PSOE. Su fichaje en octubre de 2015, cuando Sánchez, su gran valedor, le reservó ir como número cuatro por Madrid a las elecciones generales de diciembre, generó malestar en el partido. Con especial énfasis en la federación madrileña.
La exdirigente de UPyD fue recibida con recelo por su beligerancia en el pasado con los socialistas en los casos de corrupción que les afectaban. El PSOE obtuvo el 20 de diciembre de ese año seis diputados por Madrid, su peor resultado. La marejada interna llevó a la periodista a renunciar en abril de 2016 a concurrir de nuevo a las generales del 26 de junio.