El Reino Unido comenzaba este martes a probar un nuevo sistema de inmigración para registrar a ciudadanos europeos. Un paso más con vistas al Brexit.
Se trata de un programa piloto que pone prueba el sistema de inmigración que el Gobierno de Londres espera tener listo a finales de año. Cerca de 4.000 europeos ya pueden comenzar a tramitar sus peticiones para recibir el estatus de asentados permanentes.
El proceso, que estará abierto los próximos meses, hará que se puedan registrar unos 3,8 millones de europeos que viven en el país.
Una fase de pruebas en la que pueden participar los trabajadores europeos vinculados a 12 centros de salud públicos del noroeste de Inglaterra. También los estudiantes y los trabajadores de tres universidades de Liverpool.
Todos los que quieran seguir en el país tras el Brexit, tendrán que concertar una cita con un representante de Interior que les guiará en el proceso.
El Gobierno prevé que todo el proceso se llevará a cabo a través de Internet, sin necesidad de pedir cita. Pero eso será una vez el sistema en pruebas se abra al público en general. El Gobierno británico ya ha adelantado que dará permiso indefinido de residencia y trabajo a los europeos que hayan vivido en Reino Unido al menos durante cinco años al llegar el final de 2020.
Los comunitarios que inicien los trámites para ser asentados permanentes tienen que mostrar un documento de identidad. También declarar sus antecedentes penales y entregar una fotografía. El proceso costará 65 libras (unos 72 euros) a los adultos. Y 32,5 libras (unos 36 euros) a los menores de 16 años.
“Hemos hecho grandes progresos en la implementación del sistema de asentamiento de los europeos, que facilitará a los ciudadanos comunitarios obtener el estatus que necesitan”, afirmó en un comunicado la secretaria de Estado de Inmigración, Caroline Nokes.
Marzo 2019
Londres romperá sus lazos con la UE de manera oficial el próximo 29 de marzo de 2019. Aunque esperan poder acordar un periodo de transición durante el cual Reino Unido permanecerá integrado en ciertas estructuras europeas comunitarias. Algo que duraría hasta diciembre de 2020.
Ambas partes están aún negociando los términos y condiciones del Brexit, a fin de lograr una salida pactada. Sin embargo, pese a todo, May ha asegurado que no llegar a un acuerdo “no sería el fin del mundo”.