Las conversaciones entre Reino Unido y la UE por el Brexit entran ya en su fase final. Y la posibilidad de que no haya acuerdo cobra fuerza. Ante este escenario, Theresa May ha tranquilizado a sus ciudadanos, asegurando que “no sería el fin del mundo” si la salida no es consensuada.
De hecho, el Gobierno está acelerando los preparativos por si no se llega a un acuerdo. Tanto es así que el secretario del Brexit, Dominic Raab, ha presentado ya el primero de los 80 documentos técnicos que señalan las consecuencias de un Brexit no pactado.
Muchos vieron en ello una clara señal de que el Brexit sin acuerdo está más cerca que nunca. ¿Será posible? Es lo que se preguntan. Respondemos a las preguntas que más se hacen los ciudadanos británicos ante este posible escenario.
Las cuestiones principales
Sin duda, una de las primeras preguntas es en qué hay acuerdo y en qué no. Y es uno de los principales problemas, ya que en los temas más espinosos, la UE y Reino Unido no han resuelto nada.
Reino Unido quiere romper con el mercado único. Sin embargo, quiere seguir las regulaciones de la UE en productos agroalimentarios. No así en libre movimiento de personas ni en servicios. Una postura rechazada por los líderes europeos, que han criticado que quieran escoger en qué sí y en qué no quieres el mercado único.
Con las posturas totalmente enfrentadas, quizá alguna de las partes tenga que dar su brazo a torcer. Algunos piensan que May ha cedido demasiado al aceptar seguir las reglas de la UE en mercancías y productos agroalimentarios. Por su parte, Bruselas se mantiene firme, aunque tiene que lidiar con el peligro de no perjudicar a empresas europeas que quieran seguir comerciando con Reino Unido en términos amistosos.
Los plazos para lograr un Brexit pactado se agotan. Entre las preguntas, cuánto tiempo les queda para cerrar el acuerdo. Y la respuesta no es otra que unas 12 semanas. Reino Unido y la UE pretendían tener un pacto para el 18 y 19 de octubre. Pero han reconocido que será imposible. Las conversaciones podrán alargarse hasta noviembre.
En el caso de llegar a un acuerdo, los británicos se preguntan si pasaría el corte del Parlamento. Los diputados de Westminster tendrán que ratificar el pacto. Si lo rechazan, Reino Unido podría volver a la mesa de negociaciones. Algo que dejaría al país sin apenas tiempo.
Por último, la cuestión clave es si Reino Unido está preparado para un Brexit sin acuerdo. Las consecuencias serían muchas y los documentos publicados lo dejan claro. Aunque no es el mejor escenario, no parece preocupar mucho a los políticos británicos.