Hoy en Venezuela, estudiantes de todas partes del país, aprovechan el Día de la Juventud como una forma de protestar contra el gobierno y la actual agitación política. “Queremos un futuro mejor y la única forma de verlo es detener el régimen del presidente Nicolás Maduro. «Este año estamos más cerca que nunca de lograrlo», declaraba Anna Ferreira, estudiante universitaria de artes liberales que lidera la protesta.
Estudiantes como Anna creen que Juan Guaidó, quien se declaró a sí mismo presidente interino el mes pasado, cumplirá su promesa de restablecer las elecciones democráticas. Los problemas del país y la inestabilidad han llevado a más de 3 millones de venezolanos a emigrar a otros países.
La joven estudiante nació justo antes de la revolución socialista en 1999, y el socialismo es el único sistema de gobierno que ha conocido. Sin embargo, sus padres tienen recuerdos de una Venezuela diferente bajo una economía capitalista. «Escucho las historias de la infancia de mis padres, la infancia de mi abuela y queremos eso, creemos que es posible y lo queremos lograr», dijo.
Los partidarios de Maduro, por otro lado, admiten que el sistema en el que creen puede tener fallos. Además de las malas raciones mensuales de alimentos y la escasez de suministros, existe un bloqueo de ayudas en las fronteras. Pero aun así apoyan a un gobierno que tiene dividido a todo el país.
Maduro mira hacia otro lado
Mientras tanto Maduro, el lunes invitaba a los medios internacionales a ver el lanzamiento de una nueva campaña de marketing para promover la inversión y el turismo en el país. «No hay otro país con mejores oportunidades de inversión», decía Maduro en el escenario. Frente a él una pantalla gigante en la que se reproducía un video que mostraba la belleza natural del país. El presidente también pidió que «los medios internacionales fueran justos al informar sobre este evento», refiriéndose a las informaciones que sitúan a Venezuela en el huracán geopolítico.
En 2014, tres estudiantes que protestaban contra el gobierno fueron asesinados a tiros durante el Día de la Juventud. No hubo arrestos y nadie fue responsabilizado. Algunos de los estudiantes que marchan este año dicen que nunca olvidarán ese sacrificio, y no quieren que sea en vano.
«Tenemos el ideal, al igual que mucha gente, de que una persona hará el cambio», declaraba Ferreira, de pie frente a un mural con las caras pintadas de los estudiantes asesinados hace cinco años.