El príncipe heredero de Arabia Saudí, Mohamed bin Salman, aseguró a Trump que el periodista Jamal Khashoggi era «un islamista peligroso». Se lo dijo días después de su desaparición y para justificar su muerte.
Fue a través de una llamada que el príncipe saudí y Trump hablaron. En ella también participaron el asesor de seguridad nacional de EEUU, John Bolton, y el yerno del presidente americano, Jared Kushner.
Según el diario ‘The Washington Post’, la llamada se producía después de la desaparición de Khashoggi el pasado 2 de octubre. Pero antes de que Arabia Saudí reconociese su asesinato el día 20.
El príncipe saudí trató de justificar a EEUU que Khashoggi pertenecía a los Hermanos Musulmanes. Y urgió a Kushner y Bolton a que Washington mantuviese una fuere alianza con Arabia.
La familia del periodista ha rechazado estos argumentos en un comunicado. «Jamal Khashoggi no pertenecía a los Hermanos Musulmanes. Él negó estas acusaciones repetidamente a lo largo de los últimos años», han dicho. «No era de ninguna manera una persona peligrosa», añaden. «Afirmar lo contrario sería ridículo», sentencian.
Justificación exprés
El intento del príncipe saudí de justificar la muerte de Khashoggi fue exprés. Y es que sólo días después de esa llamada, Arabia confirmaba el asesinato del periodista.
En un primer momento, el país aseguró que el periodista había salido por su propio pie del consulado. Sin embargo, la presión internacional y las pruebas presentadas hacían que recularan y admitieran el asesinato del periodista. A pesar de ello, el príncipe saudí niega cualquier tipo de participación en el crimen.
