Las negociaciones del Brexit llegan a un punto crucial. Y es que el final de los plazos está cada vez más cerca. Por eso, la conjura de la separación acelera estos días. Sus responsables estudian ya cómo lograr un acuerdo antes de octubre. La UE y Reino Unido han entrado en un periodo de discusión permanente para evitar una salida sin acuerdo. Algo que supondría un salto hacia lo desconocido.
Este mismo martes, en Bruselas, se reunían los negociadores comunitario y británico. Ambos se han conjurado para pisar el acelerador ante la incertidumbre. Los debates ya no se detendrán. La semana que viene, Michael Barnier (el enviado de Bruselas) y Dominic Raab (ministro del Brexit) volverán a verse. “Las negociaciones entran en su fase final”, ha aseverado Barnier.
Octubre
Si en algo coinciden ambas partes es que hay que acelerar. Octubre es el mes límite para cerrar una salida con acuerdo. Una marcha ordenada que deje además espacio a los parlamentos británico y europeo para aprobar ese pacto antes que finalice marzo.
Diferencias
El tiempo apremia en un momento en el que Bruselas y Londres están todavía muy alejadas en dos grandes asuntos. Por un lado, la futura relación económica. Y, por el otro, la cuestión de la frontera entre Irlanda e Irlanda del Norte.
La conjura no sólo acelera, sino que se diferencia de meses anteriores. De hecho, Barnier y el antecesor del Brexit, David Davis, tan sólo se reunieron tres veces en los primeros seis meses.
El hecho de que se reúnan en agosto da buena cuenta de las prisas por encontrar una solución. Y de la seriedad de las negociaciones. A pesar de que, hasta el momento, el resultado no haya sido el esperado.