El Gobierno de Reino Unido ha lanzado un serio mensaje de aviso sobre las consecuencias que un Brexit sin acuerdo tendría sobre el país. Entre ellas, 4 que, probablemente, sean las peores para los británicos. Aunque están sobre la mesa desde hace tiempo, ahora Theresa May insiste en evitarlas y lograr un acuerdo que, de momento, no ha llegado.
Era este pasado jueves cuando el Gobierno británico publicaba un informe con las primeras indicaciones para que empresas y ciudadanos se preparen para un Brexit sin acuerdo. Las medidas pretenden ser “prácticas y proporcionadas”. Aunque incluyen también advertencias sobre las consecuencias negativas que se producirán si la salida se hace sin consenso con la UE.
Algunos ven en este informe una manera de presionar a la propia UE. Y es que Londres quiere culpar a Europa de las posibles consecuencias del Brexit. Sin embargo, el negociador europeo para la salida británica, Michel Barnier, ha dejado claro que cualquier salida tendrá efectos sobre la vida de los ciudadanos. Independientemente del sistema elegido finalmente.
De momento, son 25 los documentos técnicos que ha divulgado el ejecutivo de Theresa May con los posibles efectos. Pero Bruselas se muestra aún más pesimista y refleja consecuencias mucho peores de las que estipula Reino Unido. Entre ellas, la prohibición de que los aviones comerciales puedan volar por cielo europeo y viceversa. También que las transferencias financieras dejarían de ser automáticas o que las centrales nucleares no podrían importar material radioactivo para su funcionamiento.
Las peores consecuencias
Las trabas para las empresas, los costes extra de tarjetas de crédito, la escasez de medicamentos y el no acceso a las pensiones son, sin duda, las 4 peores consecuencias de un Brexit no pactado.
Trabas para empresas. Las compañías que comercien con la UE afrontarían mucho más papeleo. Sobre todo, en cuestiones de declaraciones de aduanas y seguridad. Y es que se aplicaría la misma normativa de la UE para los intercambios con terceros países. Entre otras cosas, tendrían que abonar el IVA por adelantado, lo que afectaría a la liquidez de las empresas.
Costes extra para tarjetas de crédito. El Brexit encarecería el uso de tarjetas de crédito en los países europeos. Además, los británicos que viven en Europa tendrían problemas para acceder a sus cuentas bancarias.
Escasez de medicamentos. Aunque incluyen planes de contingencia, la escasez de medicamentos sería una de las consecuencias peores. Se ha pedido ya a las farmacéuticas que acumulen reservas adicionales para seis semanas y evitar el desabastecimiento.
Sin acceso a las pensiones. Los británicos que viven en la UE podrían no tener acceso a sus pensiones si el Brexit se hace por la vía dura. Esto se debe a que Reino Unido quedaría fuera del sistema de pagos de la UE. También afectaría al cobro de los salarios, los servicios de préstamos y depósitos y los contratos de seguros.