La era López Obrador ya tiene su primera ley aprobada. Y aunque se trate de una legislación de recorte, ha sido de lo más aplaudida. Esta vez, serán los políticos y no la sociedad la que sufra una rebaja en su poder adquisitivo.
La Cámara de Diputados aprobaba el tope salarial para la alta burocracia. En la práctica, significará que ningún funcionario cobrará más que el propio López Obrador. También que se eliminan las pensiones a exmandatarios.
Así, ningún secretario de Estado, gobernador, senador, diputado o funcionario público podrá ganar más de 108.000 pesos (unos 4.900 euros). La ley establece también que los cinco exmandatarios mexicanos dejarán de recibir su pensión. Son, sin duda, los dos ejes principales del programa de austeridad prometido por López Obrador en su campaña.
La ley pretende recortar la brecha salarial entre los altos cargos del Gobierno federal y sus empleados. Una diferencia que puede llegar a veces a ser de 17 ó 18 veces.
Votación
La primera ley de López Obrador salió aprobada con 246 votos a favor y 111 en contra. Y pretende además terminar con una reiterada y antigua violación a la Constitución mexicana.
En su artículo 127 se establece que ningún funcionario puede ganar más que el presidente. Algo que no se cumple a día de hoy.