Este lunes, Quebec (Canadá) celebra elecciones. Unos comicios en los que, por primera vez en casi cincuenta años, reflejan el fin de una era. Y es que el independentismo no vertebra esta llamada a urnas. Los jóvenes han logrado tumbar las ansias separatistas, preocupándose más por otros problemas.
De hecho, el Partido Quebequés, el mayor promotor de la separación, ha anunciado que en caso de victoria electoral no promoverá otro referéndum independentista a corto plazo. Y Quebec Solidaire, un partido de izquierdas favorable a la independencia, ha fijado su objetivo en la agenda social. Un foco que atrae a muchos jóvenes.
La independencia se ha quedado obsoleta en esta región canadiense. Ni siquiera ha ocupado casi espacio en la campaña. La inmigración o la sanidad han sido los temas que han copado estos comicios. Y las encuestas reflejan el rechazo a la separación. De ahí que el Partido Liberal, actualmente en el poder, y la Coalición Avenir Quebec, pueden lograr el empate que les dan los sondeos. Ambos son partidos que rechazan de plano la independencia.
Los jóvenes, responsables
Han sido básicamente los jóvenes los responsables de tumbar las ansias independentistas de algunos en Quebec. El desinterés por la separación es un adelanto de lo que puede ser el futuro en la región.
De una lista de 14 asuntos importantes en las elecciones, la independencia estaba situada en el último lugar entre los jóvenes de entre 18 y 25 años. Las mayores preocupaciones de esta generación son la educación, la sanidad y el medio ambiente.
Los sondeos reflejan que sólo un 19% de los jóvenes abogan porque Quebec sea un estado independiente. Un porcentaje que sube al 25% si se cuenta a toda la población de la región. Un 55% de los quebequenses está en contra y el 20% se muestra indeciso.