El expresidente de Ecuador Rafael Correa será investigado por delincuencia organizada. La Fiscalía cerca al político en una nueva investigación del caso Odebrecht, que ensombrece y pone en jaque la figura del exlíder ecuatoriano.
La Fiscalía General le ha puesto el ojo a Correa y a su cúpula de colaboradores. Aquellos que ocuparon altos cargos y órganos de control durante los 10 años de Gobierno correísta. Junto al propio Correa, su vicepresidente Jorge Glas; su secretario jurídico Alexis Mera; y su exministro de Interior José Serrano. Todos ellos investigados por delincuencia organizada.
Fue la fiscal general Ruth Palacios la que inició el pasado jueves 6 de septiembre esa fase procesal contra el expresidente y otros siete antiguos funcionarios de alto cargo. Sin embargo, la noticia no ha trascendido en Ecuador hasta este pasado martes.
La investigación se abre seis meses después de que César Montúfar presentara una denuncia. El exasambleísta ecuatoriano ya ejerció de acusación particular en el juicio por el caso Odebrecht, ya con sentencia.
Montúfar presentó su denuncia el pasado 5 de marzo y este miércoles acudirá a Fiscalía para ampliar su versión. También pedirá que se incorporen nuevos elementos contra Correa y sus aliados. «Lo que se ha demostrado es que durante el Gobierno de Rafael Correa, la corrupción no fue un hecho aislado sino que se trataba de un esquema organizado, de corrupción institucional», ha dicho en su denuncia.
Y en su momento no dudó en señalar a Correa como «el cabecilla de esa delincuencial estatal».
El caso Odebrecht
Según la denuncia, la trama de corrupción se gestó a través de reformas legales para fines específicas, de creación de instituciones y de nombramientos de colaboradores con roles específicos dentro del organigrama delictivo.
Así, Montúfar acusa a Correa y su Gobierno de cometer delitos de cohecho, malversación de fondos públicos y enriquecimiento ilícito. Y en concreto, en el caso Odebrecht, se apunta a un pago de sobornos a funcionarios públicos de 33 millones de dólares.
Para Rafael Correa es la primera investigación sobre el caso Odebrecht que le salpica. Y eso que ha tenido que dar su versión ante la Fiscalía en varias ocasiones en el último año sobre su gestión de deuda pública o las preventas de petróleo.
Por este caso, el Ministerio Fiscal dictó en julio una orden de prisión preventiva para Correa que éste se negó a acatar. Desde entonces, el expresidente de Ecuador no ha salido de Bélgica. País en el que ha establecido su residencia desde que fue sustituido por el Gobierno de Lenín Moreno.