La guerra entre Theresa May y Boris Johnson se recrudece. La primera ministra británica y el que fuera su ministro de Exteriores siguen lanzándose los trastos a la cabeza tras apostar la primera por un Brexit blando y dimitir el segundo por ese plan. Los últimos capítulos ya están llegando a extremos poco decorosos.
Boris Johnson acusaba este domingo a Theresa May en un artículo de haber puesto “un chaleco suicida” a Reino Unido y haber entregado el detonador a Bruselas. El extitular del Foreign Office arremete como nunca antes contra su jefa de filas. Johnson asegura que el plan de May para el Brexit es una “humillación” y acusa a la primera ministra de haber entablado una relación “semimasoquista” con la Unión Europea.
La mayoría de comentaristas políticos del Reino Unido veían el domingo en estas palabras de Boris Johnson un intento por desviar la atención de la prensa sobre otro asunto que esta semana ha copado las portadas: su divorcio de su esposa desde hace 25 años, Marina, su segunda mujer.
Varios periódicos publicaron este domingo los detalles de las presuntas infidelidades del exministro, informaciones que habrían recopilado en el equipo de Theresa May en 2016 cuando se enfrentaban para tomar las riendas del Partido Conservador.
‘Libro de Guerra 2’
La premier habría autorizado la difusión de un documento explosivo, conocido como ‘WarBook 2’ (Libro de Guerra 2), con todas las infidelidades y detalles de la azarosa vida sexual del exmiembro de su Gobierno. El objetivo sería el de dinamitar su candidatura alternativa como líder del Partido Conservador. Desde Downing Street, sin embargo, desmienten haber filtrado esas informaciones para desacreditar a Johnson.
En cualquier caso, esta nueva arremetida de Johnson conta May se interpreta como la última e inequívoca señal de la presentación de su candidatura como líder tory los próximos días, coincidiendo con el lanzamiento del plan alternativo para el Brexit duro auspiciado por el ultraconservador Jacob Rees-Mogg y su European Research Group (ERG), que cuenta con el respaldo de al menos 60 diputados del Partido Conservador.
Reino Unido saldrá de la Unión Europea el próximo 29 de marzo, si bien aún no hay un acuerdo de salida cerrado. Tanto Londres como Bruselas han asegurado que quieren que el acuerdo de divorcio se cierre en el Consejo Europeo del 18 de octubre o, como muy tarde, para finales de este año.
Cualquier acuerdo debe ser aprobado por el Parlamento británico, que hará su pausa navideña entre el 20 de diciembre y el 7 de enero. Si los diputados británicos rechazan un acuerdo a finales de diciembre o principios de enero, Reino Unido se enfrentaría a la perspectiva de abandonar la UE sin un acuerdo.