Los afectados, no tienen antecedentes de viajes internacionales a zona endémica del virus, pero tienen el antecedente epidemiológico de convivencia por vacaciones en los municipios de Murcia y Cádiz y de picadura de mosquitos en las primeras semanas de agosto. Actualmente los pacientes presentan una resolución del cuadro clínico sin haber presentado ninguna complicación médica.
“El dengue es la enfermedad viral más importante trasmitida por mosquitos en el mundo, siendo endémica en regiones tropicales y subtropicales. Se transmite por la picadura al ser humano de los mosquitos hembra infectados, con un período de incubación desde la inoculación del virus de 4-10 días”, explica el Dr. Ignacio Barbolla, de la Unidad de Medicina de Familia del Hospital Ruber Internacional.
Para el doctor Barbolla, especializado en este tipo de enfermedades, “los síntomas son variables y suelen durar unos 2-7 días, desde portador asintomático hasta el desarrollo de un cuadro que se caracterizan por fiebre elevada, dolor de cabeza intenso, dolor retrocular, dolores musculares y articulares, náuseas, vómitos, aumento de ganglios linfáticos y rash cutáneo. El dengue grave es una complicación potencialmente mortal que se presenta entre 3 y 7 días después de los primeros síntomas. No hay un tratamiento específico sino medidas sintomáticas”.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), se estima que se producen cerca de 400 millones de casos de dengue al año, aproximadamente unos 100 millones sintomáticos. 500.000 personas al año con dengue grave requieren hospitalización, siendo la tasa de mortalidad del 2,5% aproximadamente, principalmente en países de baja renta con escaso soporte sanitario.
“Hasta la fecha el diagnóstico de dengue importado era habitual en nuestro país. De hecho, es la arboviriasis tropical que con más frecuencia se diagnostica entre los inmigrantes, lo que supone alrededor del 10% del total de las enfermedades importadas en Europa y que se declaran en la Red de Vigilancia Europea de Enfermedades Importadas” asegura Ignacio Barbolla.
La causa de esta enfermedad reemergente pudiera estar en el incremento del flujo migratorio humano y el comercio mundial que se traduce en un cambio de la epidemiología de las enfermedades. En el pasado, el dengue causó grandes epidemias en Europa, la última documentada entre 1927 y 1928 en Grecia. Hasta la fecha otros casos de dengue autóctono han sido descritos en otros países de Europa como en Francia, Croacia y un brote epidémico en la isla de Madeira (Portugal).
Los vectores transmisores se han detectado en España por primera vez en 2004, en Sant Cugat del Vàlles en Barcelona, desde entonces se han introducido y establecido ampliamente por la costa mediterránea, Aragón y País Vasco. Tienen una gran capacidad de adaptación y pueden sobrevivir en las temperaturas más frías de Europa, por su tolerancia a temperaturas bajo cero, capacidad de hibernación y su habilidad para resistir en microhábitats, lo que facilita su propagación.
“El trabajo se centra ahora en la sensibilización del personal médico para la detección de nuevos casos, estudio retrospectivo epidemiológico en las regiones donde pudo localizarse el contagio y en las medidas de control del vector”, concluye el doctor Ignacio Barbolla.