El consejero delegado de la sociedad italiana Advent-Irbm, asociada al Instituto Jenner de la Universidad de Oxford, ha afirmado que la vacuna contra el Covid-19 podría estar lista en septiembre. Tras su éxito con macacos, los ensayos han comenzado ya en humanos.
Los científicos del Advent-Irbm y de Oxford están utilizando una tecnología que ya fue exitosa con otros coronavirus en el pasado. Concretamente, contra el MERS, estrechamente relacionado con el Covid-19. Ha sido precisamente ese punto el que ha logrado acelerar los ensayos y programas una nueva contra el coronavirus a unos 6.000 voluntarios en el mes de mayo. Con ellos se intentará demostrar que la vacuna es segura y eficaz, algo imprescindible para ser aprobada.
El experimento ha comenzado ya, siendo Elisa Granato, una mujer italiana de 32 años, la primera en someterse a la vacuna experimental. De resultar exitoso, se encontraría tratamiento mucho antes de lo esperado. Aunque se estudian también fármacos para curar a los enfermos mientras tanto.
Éxito con animales
La vacuna ya se ha probado con éxito en animales. Concretamente, con los macacos rhesus, cuyo genoma es un 97,5% igual al humano. Tras aplicarles la vacuna, fueron sometidos a grandes cantidades del Covid-19. Casi un mes después, los seis animales seguían sanos.
Aunque eso no demuestra que vaya a funcionar con los humanos, sí es alentador. Y abre una nueva esperanza a encontrar la vacuna mucho antes de lo esperado. Los investigadores de Oxford aseguran que si los ensayos con personas van bien en mayo y los reguladores otorgan la aprobación de emergencia, en septiembre ya estarían disponibles algunos millones de dosis. Se evitaría con ello el temido rebrote previsto para otoño.
La financiación del proyecto, además, está asegurada. Entre otras cosas, porque detrás se encuentra Bill Gates, fundador de Microsoft. El multimillonario ha afirmado estar dispuesto a asumir los costes de producir la vacuna.
Además, la Fundación Bill y Melinda Gates ayudará también a encontrar el dinero necesario para que, una vez se haya desarrollado la vacuna, sea posible producirla a gran escala. Y cubrir así las necesidades de todo el mundo.