El complejo hospitalario Ruber Juan Bravo ha incorporado recientemente un neuronavegador quirúrgico de última generación que, tal y como explica el Dr. Hugo Santos, Jefe de Equipo de Neurocirugía, “es una herramienta importante en el día a día del neurocirujano, tanto a nivel cerebral como vertebral”; sin embargo, matiza Santos, “se trata de una herramienta más que complementa la experiencia del neurocirujano, pero no la sustituye”.
La principal ventaja que el neuronavegador ofrece, tanto a los pacientes como al cirujano, es que permite simular la cirugía antes de entrar al quirófano, desde la incisión de la piel hasta la profundidad y localización de la lesión, permitiendo descubrir por dónde se debe intervenir y por dónde no.
En opinión del Dr. Santos “el cirujano tiene en su cabeza el planning de la cirugía, poder simularla antes de realizarla con el neuronavegador agrega más seguridad y más precisión, nos previene de ir por un camino equivocado y evitar posibles secuelas neurológicas en ocasiones irreversibles”.
Esta planificación previa del acto quirúrgico es posible gracias a la posibilidad de disponer y reconstruir las imágenes tanto de Resonancia Nuclear Magnética como de TAC y arteriografía que permiten conocer en todo momento la situación de la lesión tumoral, alcanzando una precisión de localización de la lesión inferior a medio milímetro.
Hace algunas semanas este equipo fue utilizado para intervenir a un paciente afectado por un tumor de crecimiento lento y larga evolución que afectaba la fosa media y anterior del cráneo, con invasión a nivel del nervioópticoy alteración del funcionamiento del hipotálamo hipofisiario, provocando una alteración endocrina severa.
Aunque la lesión no dejaba ver estructuras como la carótida o el nervio óptico, el uso del neuronavegador permitió a los equipos quirúrgicos conocer en todo momento su ubicación, a pesar de estar la anatomía distorsionada por la presencia del tumor.
Durante la intervención fue necesaria la presencia de dos equipos quirúrgicos -uno de neurocirugía y otro de cirugía maxilofacial– que en conjunto llevaron a cabo una vía de abordaje cerebral, los primeros ocupándose de la lesión que afectaba la base del cráneo y los segundos de la resección de la masa tumoral que invadía el macizo maxilofacial.
El paciente, que acudió al Hospital con un diagnóstico poco optimista, ha superado su postoperatorio inicial y continúa la recuperación en su localidad de origen.