Ha sido la jefa del servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital Universitario Quirónsalud Madrid, Inés Tamarit Degendhart, la que ha contestado a 6 preguntas sobre la ecografía en 4D, después de comprobar que son muchas las respuestas que buscan las familias y, sobre todo, los padres que recurren a ella para ver imágenes impresionantes de sus hijos antes de nacer.
Buenos días. ¿Qué información aporta una ecografía en 4D? https://t.co/jIlfoI9oIf #FelizMiércoles pic.twitter.com/zv0VuCn9cE
— quirónsalud (@quironsalud) October 11, 2017
1. ¿En qué consiste la ecografía en 4D? Mientras la de dos dimensiones recoge sólo imágenes de cortes o secciones del feto, la de tres y la 4D da una imagen completa. “Para que se entienda, es como si unimos todas las rebanadas de una hogaza de pan para obtener su forma original”, dice la doctora Tamarit.
2. ¿Por qué se llama 4D si solo hay tres dimensiones? Porque se le añade el factor tiempo. Es decir, la ecografía 4D permite ver imágenes en 3D junto con el movimiento a tiempo real, de manera que los padres pueden ver al feto moviéndose.
3. ¿Cuándo es más recomendable realizar una ecografía 4D? Aunque se puede hacer en cada revisión, lo más satisfactorio es realizarla alrededor de la semana 28 de gestación, pues es entonces cuando el feto tiene ya las facciones más parecidas a las de un recién nacido. Además, en este momento es cuando se tiene la cantidad óptima de liquído amniótico.
4. ¿Por qué es importante la cantidad de líquido amniótico para realizar una ecografía en 4D? Porque permite la transmisión de las ondas, por lo que si se encuentra disminuido, las ondas de ultrasonidos no se transmiten bien y la imagen será peor.
5. ¿La ecografía en 4D es segura para el feto? La doctora de Quirónsalud lo tiene muy claro: “Es una técnica segura”. “La imagen ecográfica procede de ultrasonidos, que son una onda sonora; por lo tanto no emite radiación”, dice.
6. ¿La ecografía en 4D sustituye a las habituales de control? La doctora Tamarit es rotunda al contestar a la pregunta. “No”, asegura. “No sustituyen a las que la gestante debe realizarse en las semanas 12, 20 y 32 de la gestación. Es una técnica complementaria que añade información y que puede ayudar a valorar mejor la anatomía fetal”, dice.