Si el pasado 16 de enero algunos programas de TV3 silenciaron la aparición de Albert Boadella como ‘presidente’ de Tabarnia, este fin de semana la cadena autonómica catalana sí ofrecía la proclamación como ‘presidente’ de Catabàrnia de Toni Albà. El actor volvía al ataque y lanzaba un discurso en el programa ‘Preguntes freqüentes’.
Imitando a Boadella, salvo porque la bandera española no aparece por ningún lado, Toni Albà ofrecía un discurso de algo más de dos minutos. En él se incluí aun corte de mangas a quienes apoyan la iniciativa de Tabarnia.
“Ciudadanos de Catabàrnia, yo sí que estoy aquí”, arranca Albà su intervención. El actor continúa llamando “manipuladores de sentimientos, de instituciones y de banderas” a los que apoyan a Tabarnia. “Han querido envenenar este territorio”, dice el que ha sido imputado por sus insultos a Inés Arrimadas y a la juez Lamela.
“Lleno de gente decidida, unida y con pensamiento libre”, dice respecto a lo que él considera Catabàrnia, que no es sino Cataluña.
Las mentiras de Albá
“Se ha llenado de folloneros que lo lian todo”, se queja, asegurando que son ellos los que quieren “dividir a los catalanes”. También acusa a los defensores de Tabarnia y de la unidad de inventarse que las familias y los vecinos están enfrentados por el proceso catalán.
Toni Albà carga también por decir que Cataluña va hacia la ruina. “Y no se lo creen ni ellos”, dice, ‘olvidándose’ de todas las consecuencias económicas que ya se han dejado ver.
Tras decir que “mantenemos el sentido común” y que “no hacemos caso de los disparates de aquellos que van disfrazados de ciudadanos del mundo”, Albà niega el adoctrinamiento en los colegios.
“Queremos seguir siendo el pueblo de los calçots, de los castellers, de la Feria de abril, de los herederos de la Trinca y de Carmen Amaya y del Rubiales”, dice después. Además, asegura que allí se ríen de todo y de todos. Tanto es así que, comenta, que “nunca se ha perseguido a nadie”. Algo con lo que muchos que han sufrido la ira independentista no estarán de acuerdo.
Toni Albà termina su discurso con un corte de mangas tras llamar “burla” a Tabarnia.