Esos son los objetivos de una iniciativa puesta en marcha hace unos meses en el Hospital Universitario Infanta Elena, integrado en la red sanitaria pública madrileña, que ha utilizado una herramienta ya de uso común y habitual en la sociedad, que no es otra que la ‘nube’, para aplicarla a un ámbito laboral concreto. Así, el ‘cloud’ ha llegado al entorno quirúrgico. O viceversa, como reza el título del póster, “Nuestro quirófano… ¿en la nube?”, con el que sus promotores, Antonio García Hellín y Sergio Rodríguez Sánchez, supervisor del bloque quirúrgico, Endoscopias y Esterilización, y técnico garante de esterilización del centro, respectivamente, ganaron el primer premio en formato póster de las III Jornadas de Cuidados de Quirónsalud.
Y es que, como explican ambos, “los nuevos hospitales tienen que ir en la misma línea de la actualización tecnológica” y esta herramienta “aporta nuevos enfoques en la comunicación de todo el equipo multidisciplinar del servicio”. Para ello, se basan en una ‘cuenta madre’, que sólo gestionan los impulsores de la iniciativa, y desde la que actualizan semanalmente el contenido de la ‘nube’, y otra que permite al resto del personal del Bloque Quirúrgico acceder a toda la información subida en ella, no sólo desde el hospital, sino desde fuera del centro, independientemente del espacio disponible en su dispositivo, ya que los documentos están almacenados en Internet, pudiendo no obstante descargarse contenido específico de interés, y aportar a los gestores documentación adicional para su incorporación al archivo.
Mejora en la asistencia, seguridad y organización del trabajo
El resultado se traduce en una “mejora de la asistencia y seguridad para el paciente” en la medida que facilita la organización del trabajo en el Bloque Quirúrgico y la preparación previa del mismo por parte de todo su personal, que dispone de fácil acceso a información real y actualizada como fichas técnicas de todas las especialidades, planillas, técnicas quirúrgicas o guías de preparación de quirófano y de esterilización, entre otras, aumentando igualmente la satisfacción de estos usuarios, explica Rodríguez Sánchez.
Y la implementación de la iniciativa, además, ha resultado y resulta sencilla, ya que sólo requiere de un dispositivo móvil actualizado y conexión a internet. Sus promotores se han encargado de completarla proporcionando formación sobre su uso al personal, actualizando las guías y protocolos y adaptando todos los registros al formato adecuado para poder colgarlos en la nube. Un trabajo que nunca termina, ya que está en permanente actualización.
“El personal está muy contento y satisfecho con esta herramienta”, dice García Hellín, asegurando que “también está implicándose y participando mucho, ayudando continuamente a completar y actualizar la información incorporada en este ‘archivo virtual’”. Y es que, como apostilla su compañero, “cuando se proponen ideas innovadoras, positivas y que suponen una ayuda tanto colectiva como personal, todo el mundo reacciona colaborando”.
“Creemos que la ‘nube’ tiene una gran cantidad de ventajas que nos aportan, en tiempo real, toda la información, como si de un archivador se tratara, permitiéndonos disponer de información, tanto de los cambios en la organización como de las actualizaciones de las técnicas quirúrgicas”, concluyen los enfermeros, subrayando el “avance y la mejora en el aprendizaje y reciclado permanente del personal” que supone y las posibilidades que abre, “ya que el proyecto apenas acaba de empezar, por lo que seguirá mejorando y podrá también ampliarse su aplicación a otros servicios del hospital”.
