Los magistrados y fiscales han criticado duramente a Rafael Catalá por haber asegurado que “el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) debería haber actuado” contra Ricardo González. Los jueces cargaban contra el ministro de Justicia por valorar el dictamen del magistrado que quiso absolver a ‘La Manada’.
Y es que, según Catalá, “todos en la carrera saben que tiene un problema”. Y añadía que “la labor del Consejo es ver si está en plenas facultades para ejercer su labor”. El ministro sale así al paso de todo en la cadena Cope, donde ha insistido en que la sentencia recoge “expresiones y consideraciones impropias de un voto particular”.
Catalá afirma que “si hay desajustes, como se ha visto en este caso, hay que legislar”. Y además reconoce que la línea entre violencia e intimidación es muy sutil. Por eso, ha pedido a los expertos del ministerio de Justicia que estudien si es necesario modificar la ley. Y a los partidos políticos que decidan si se debe modificar la legislación.
Ricardo González
El ministro Catalá ha reconocido también que las expresiones utilizadas por el juez González han soliviantado los ánimos incluso más que la propia sentencia.
Y es que el magistrado indignaba a la sociedad con expresiones como que “aprecio en los vídeos un ambiente de jolgorio y regocijo en todos ellos”. También que habido un “innegable, por notorio y evidente, juicio paralelo” o que “Justicia paralela no es justicia”.
En contra de sus propios colegas, González no se cree a la víctima porque “ha incurrido en tan abundantes, graves y llamativas contradicciones que las modificaciones introducidas en su relato durante el acto del juicio oral constituyen auténticas retractaciones”.