Horas antes de cerrarse el plazo para inscribirse para votar en primarias, el PP mostraba ya su miedo al fracaso. Y es que estimaban que menos del 8% de los afiliados podría finalmente votar. Sus temores se confirmaban al llegar al límite de hora. Concretamente, sólo el 7,4% de los afiliados podrá elegir a su nuevo presidente.
Eso supone que únicamente 64.523 afiliados se han apuntado para votar en primarias el próximo 5 de julio. Solo un par de centenares más que en los cónclaves regionales de hace un año.
El proceso de elección a nivel nacional no parece haber entusiasmado a los militantes. O, al menos, no tanto como para que se pusieran a la orden de pago y se inscribieran en las sedes populares para votar. Y eso que el PP se juega su futuro, ya que el candidato elegido será, con toda seguridad, quien se enfrente a las elecciones generales.
María Dolores de Cospedal, Soraya Sáenz de Santamaría, José Manuel García-Margallo, Pablo Casado, José Ramón García Hernández y Elio Cabanes son los candidatos que tendrán que convencer a ese 7,4% de los afiliados.
Un porcentaje que, además, dista mucho de los 860.000 militantes que el PP asegura tener. Aunque muchos de ellos fueran afiliados desde hace años, la propia Cospedal reconocía que sólo el 10% pagaba las cuotas. Tampoco hay gran participación activa ni en la vida de la organización.
Aunque las cifras de inscritos son todavía provisionales, parece que no habrá mucha diferencia en el recuento total. Andalucía cuenta con la mayor parte de afiliados, 12.119. Le sigue Valencia, con 7.113 y Madrid con 10.020. Completan el top 5 Galicia, con 4.222 militantes y Castilla y León con 6.691.