El surrealismo del llamado ‘procés’ sigue dejando noticias más propias de ‘El Mundo Today’. La última se ha producido este domingo. Y es que en el Ministerio del Interior saltaron todas las alarmas ante la llegada a España de un avión privado procedente de Bruselas con nueves pasajeros a bordo. Se extendió el temor de que en él viajasen el expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont y el resto de exconsellers fugados a Bruselas. Finalmente resultaron ser belgas que venían de vacaciones a cazar.
Todo comenzó, según cuenta ‘Vozpópuli’, con un aviso de la Oficina de Notificación de los servicios de tránsito aéreo del aeródromo de Cuatro Vientos (Madrid). Este departamento comunicó al destacamento de seguridad de la Guardia Civil del mismo aeródromo que un vuelo privado procedente de la capital belga tenía prevista su llegada a Ocaña (Toledo) a las 16.40 horas de este domingo y que transportaba a nueve personas.
DISPOSITIVO EN OCAÑA
El aeródromo de Ocaña está situado a sólo 65 kilómetros al sur de Madrid y ante la previsión de que se tratase de Puigdemont, cuya única opción de ser investido en regresar a España, pero que sería inmediatamente detenido en caso de hacerlo, las fuerzas de seguridad desplegaron un dispositivo en el recinto.
Las fuerzas de seguridad aguardaron en el aeródromo de Ocaña la llegada del misterioso avión que finalmente salió de Bruselas a las 14.35 horas y aterrizó en España a las 17.35 horas, casi una hora más tarde de la comunicación inicial. Cuando se abrieron las puertas del avión, lejos de aparecer Puigdemont o sus exconsellers, bajaron la escalinata un grupo formado por siete personas: una mujer española y otra belga y tres varones belgas además de los dos pilotos, uno de nacionalidad rusa y otro francés. El motivo de su viaje era pasar unos días cazando en España.