Después de que el Gobierno aplicara el 155 y disolviera el Parlamento catalán, se cesara al Gobierno y se convocaran elecciones autonómicas, los miembros del Govern no se dieron por destituidos y este lunes lo han demostrado. Tensando la cuerda en una nueva escena de provocación, Forcadell y Puigdemont lanzaban mensajes en sus redes sociales en los que intentaban hacer que no pasaba nada.
A primera hora de la mañana, Carme Forcadell aparecía en el Parlamento catalán. Ella misma se encargaba de compartir en Twitter el vídeo de su llegada con el texto “continuamos trabajando”. En las imágenes, se puede ver a Forcadell saliendo de su coche y entrando en el Parlament mientras a su paso un par de agentes de Mossos d’Esquadra se cuadraban ante ella en una imagen de normalidad absoluta.
https://twitter.com/jcorbalan/status/924891861017391107
Por su parte, Carles Puigdemont utilizaba la red social Instagram para compartir una foto desde el interior del Palau de la Generalitat y se limitaba a poner “buenos días” y el icono de una cara sonriente. Al contrario que Forcadell, eso sí, no se sabe si la imagen pertenece a este lunes o está tomada otro día, ya que hay voces que aseguran que el ya expresidente catalán continúa en Gerona.
https://www.instagram.com/p/Ba3MehjBMXv/?taken-by=carlespuigdemont
Puigdemont pone una foto vieja con nubes, Rull viene a las 6.30 am de la mañana a hacerse foto sin sombras. Todo es tan ridículo…
— Carles Enric (@carlesenric) October 30, 2017
A Forcadell y Puigdemont se unía Josep Rull, quien ya avisaba el pasado viernes que este lunes estaría en su despacho trabajando pese a la destitución, ya que no la reconoce. Con una foto sentado al ordenador, Rull aseguraba este lunes encontrarse en el Parlamento catalán “ejerciendo las responsabilidades que nos han encomendado el pueblo de Cataluña”.
https://twitter.com/joseprull/status/924912753009143808
Sociedad Civil Catalana denunciaba en su perfil en Twitter que Rull estaba cometiendo “usurpación de funciones” y hacía hincapié en que los independentistas “siguen sin respetar las instituciones ni la democracia”.
Tras la aplicación del 155, el protocolo establece que los destituidos pueden acudir a sus despachos a recoger sus cosas, siempre acompañados por los Mossos. Algo que no parece que se esté dando.