De hecho, el escrito ha entrado tres minutos después de las diez, lo que he hecho que la Cámara informase en un primer momento de que no había recibido nada y se cerraba el plazo. Finalmente, el Senado ha aceptado toda la documentación.
“Hemos aceptado el documento porque no va a ser por nosotros. La culpa de aplicación del artículo 155 la tiene Puigdemont”, quiso precisar el entorno de Pío García-Escudero, el presidente de la Cámara Alta. “Lo hemos admitido a pesar de la chapuza”, añaden.
La @gencat “rizando el rizo” y presentado en el @Senadoesp sus Alegaciones al Art. 155 fuera de plazo. Todo muy coherente. pic.twitter.com/oHcu68MT2b
— Xavier García Albiol (@Albiol_XG) October 26, 2017
En esas alegaciones, la Generalitat expone que las medidas del 155 son de una “manifiesta desproporción” y van más allá de “medidas necesarias” para “que la Generalitat de Cataluña revoque la declaración de independencia y los otros actos dirigidos a este mismo objetivo”, y denuncia que sirven para despojar de sus atribuciones y desarticular la estructura de la Administración catalana.
Según el Govern el “límite ha sido ampliamente sobrepasado y sin justificación con su adecuada proporcionalidad y gradualidad“, ya que según dice, se trata de un conjunto de medidas que no se dirigen solo a que la Generalitat de Cataluña revoque la declaración de independencia sino que “despojan prácticamente las instituciones de sus principales atribuciones”.
El Ejecutivo catalán entiende que las medidas del 155 tendrían que ser sólo las estrictamente congruentes con el “objeto específico” del requerimiento previo del Gobierno, Mariano Rajoy, que se dirigía sólo a que cesaran las actuaciones de la Generalitat relacionadas con el proceso de independencia.
Puigdemont renunció este miércoles a ser él mismo quien defendiese en el Senado los argumentos contra la aplicación del 155, al entender que el Gobierno está decidido a ejecutar estas medidas de todas formas y que sus explicaciones no iban a provocar ningún cambio. En su lugar ha designado al delegado de su Gobierno en Madrid, Ferran Mascarell, y a los portavoces de ERC y el PDeCAT en el Senado Miquel Angel Estradé y Josep Lluís Cleries.