Carlos Ruiz y Christian Casariego, 18 y 17 años respectivamente, son dos estudiantes de danza en el Conservatorio Carmen Amaya (Madrid). Este año, en su último curso, han decidido arriesgar y se han lanzado con un proyecto que cualquiera pensaría que lo han ideado unos profesionales de la danza con varios años de experiencia. ‘Cía C&C Flamenco’ es toda una realidad que Voz Libre ha podido presenciar en directo.
El espectáculo que han creado Carlos y Christian, C&C, se llama ‘Tiempo’. Durante los 60 minutos de duración bailan flamenco acompañados de músicos y cantantes. En este corto espacio de tiempo son capaces de expresar a través de su cuerpo una emoción y una fuerza muy apreciada por el público.
A todo esto, le sumamos la dificultad de empezar desde cero. No tienen un gran equipo detrás, por lo que se ven obligados a producir y difundir los espectáculos sin la ayuda de ninguna agencia o entidad de renombre.
Todo vendido
Desde el estreno de su función, el 11 de marzo en el Centro Cultural Blas de Otero (San Sebastián de los Reyes), han vendido todas las entradas de todos sus espectáculos. Han colgado rápidamente el cartel de “Sold Out” en cada sala. El sábado pasado, 2 de abril, actuaron en la Casa de la Cultura de San Agustín del Guadalix. Municipio en el que Carlos es anfitrión. Por supuesto, también completaron el aforo. Ambos bailarines agradecen a la escuela que les den flexibilidad para realizar sus primeros bolos.
«Son meses y meses de trabajo para una hora de función»
Christian Casariego
«Hoy deberíamos estar ensayando en el conservatorio, en vez de estar aquí preparando la función de esta tarde. Es verdad que, contra todo pronóstico, no pensábamos que iba a ser así. Son bastante permisivos, nos están dando facilidades para poder hacer nuestro espectáculo», comentó Carlos el sábado por la mañana, horas antes de actuar en directo delante de sus vecinos, amigos y familiares.
No les resulta sencillo compaginar sus estudios con este nuevo proyecto. Tienen que ir al conservatorio de lunes a sábado, así que sus horas libres, muy reducidas, las dedican a ensayar su espectáculo. En los últimos meses se han dado cuenta de lo difícil que es producir actuaciones en directo y de todo el trabajo que hay detrás de los bailarines.
«Cuando tú eres bailarín en el Conservatorio, vas a donde te mandan y bailas, pero detrás de todo esto hay un trabajo que la gente nunca ve. Ahora lo realizamos nosotros mismos. Son meses y meses de trabajo para una hora de función», explica Christian. A lo que Carlos añade que «en el conservatorio somos como los jugadores del Real Madrid. Tenemos dos sastres, un equipo de sonido, otro de luces… Nos dan todo hecho. Ahora lo tenemos que hacer todo nosotros y nos sirve para aprender lo que conlleva ser un bailarín profesional».
‘Tiempo’: el paso de la vida a través del flamenco
La obra ‘Tiempo’, ideada por ambos jóvenes en las navidades pasadas a raíz de un confinamiento por Covid-19 que, les hizo reflexionar y, por una vez, les permitió «disfrutar» de tiempo libre para poder crear. El espectáculo consta de 5 actos. En cada uno se representa una etapa vital. La niñez, que la acompañan con bulerías; la adolescencia, interpretada con la intensidad de los tangos; la difícil edad adulta, reflejada con una farruca; la vejez, que representa la sabiduría a través de una soleá y la muerte, el adiós a la vida mediante la seguiriya.
«Empezamos con la niñez; luego la adolescencia, donde empieza un poco el roneo; cuando te haces adulto comienza el agobio de la vida cotidiana, el trabajo, las obligaciones… Luego llega la vejez, que es como que miras hacia atrás. La nostalgia y la sabiduría se unen», detalla el más joven de los dos protagonistas.
Es admirable que unos chicos tan jóvenes tengan la capacidad de pararse a pensar en el paso del tiempo y en las fases de la vida para crear una historia propia. En un contexto mundial en el que predomina la inmediatez, llama mucho la atención esta madurez y esta capacidad de pararse para contemplar y analizar la vida.
«Mi referente en la vida es, sin duda, mi madre»
Carlos Ruiz
«Tiempo es contar la historia de una persona, su evolución. Seguro que mucha gente se pone a pensar en cómo era de pequeña y se da cuenta de que no éramos para nada como somos ahora», reflexiona Carlos, haciéndonos difícil saber qué pone más los pelos de punta: si sus palabras o sus movimientos sobre el escenario.
Referentes y mensaje a los fans de Rosalía
Todo el mundo tiene un referente desde pequeño que le ayuda a decidir qué camino elegir. Christian relata que él de pequeño empezó jugando al fútbol y al baloncesto, pero que gracias a su hermana pudo darse cuenta de que lo que más le gustaba era bailar. Carlos, por su parte, a la pregunta de a quién considera su referente, contesta con firmeza que su madre. «Es una inspiración para mí y la consideró mi referente, sin ninguna duda».
A la que no consideran una referencia es a la artista internacional que está en boca de todos, Rosalía. Y no porque no les guste, ya que ambos afirman que es una gran artista, que tiene una preciosa voz y que «entre artistas hay que apoyarse siempre», subrayan C&C. Pero les irrita que haya gente que encasille a la artista española con el flamenco. «Rosalía es una gran cantante, pero no hace flamenco. En sus inicios incluía pinceladas, pero no puede ser que haya gente que la aplauda y la alabe pensando que hace flamenco cuando la realidad es que su música es otra cosa», comenta el bailarín de San Agustín del Guadalix.
Próximos espectáculos
Este mes de abril, Christian y Carlos tienen la agenda repleta. Aparte de sus ensayos en el conservatorio, van a actuar en varias salas madrileñas. Hoy, jueves 7 de abril, taconearán ‘Tiempo’ en la Sala Tarambana; el próximo 16 de abril interpretarán su obra en el Auditorio Municipal Julián Antonio Sánchez en San Martín de la Vega y el 30 de abril en el Centro Cultural de Pedrezuela. «Y habrá muchos más», nos adelantan los artistas.
Carlos Alcaraz (18 años), rompiéndola en el mundo del tenis. Greta Thunberg (19), principal cara visible de la lucha contra el cambio climático. La revolución de los jóvenes ha llegado y Carlos y Christian son otro ejemplo de unos «adolescentes» que quieren tirar la puerta abajo. Muchos jóvenes solo necesitan una oportunidad, que alguien crea en ellos. Porque la ilusión, la energía y la dedicación les sobra; aunque la profesión en cuestión esté en crisis.
