Will Smith ha entrado en una espiral de la que tiene difícil escapatoria. Tras darle un bofetón en público a Chris Rock en la gala de los Oscar por un chiste sobre su mujer, Jada Pinkett Smith, y, en la misma noche, recibir la estatuilla a Mejor Actor Protagonista por el ‘Método Williams’; el actor de Filadelfia mira al futuro con preocupación.
La tensión acumulada en estos días ha provocado que el intérprete ingrese en una clínica de rehabilitación para intentar gestionar el estrés acumulado, según el diario ‘The Sun’. Sin banalizar sus problemas de estrés, flota en el aire la hipótesis de que hacer público este intento de rehabilitarse es un intento de calmar a las fieras para logar el perdón de Hollywood, de la sociedad estadounidense y, de este modo, limpiar su imagen.
Miedo a la cancelación
La Academia de Hollywood decide hoy, viernes 8 de abril, qué decisión toman con respecto a la agresión de hace apenas dos semanas. No pueden expulsarle de la Academia porque Smith ya ha renunciado como forma de pedir perdón por su inconsciente acción, pero sí está sobre la mesa que le arrebaten el Oscar recientemente conseguido o que no pueda volver a ser nominado en futuras ediciones de los premios más prestigiosos del cine.
Pero el peor escenario para el protagonista de ‘Men in black’ es que le cancelen las productoras y las plataformas digitales por su violenta reacción. De momento, Netflix y Sony han paralizado todos los rodajes en los que, en un principio, Will Smith iba a participar. Destacan el parón indefinido en ‘Fast and loose’, ‘Bright II’, y ‘Dos policías rebeldes IV’, proyectos en los que ya estaba involucrado el actor.
Estrategia para salvar su carrera
Ante este horizonte desalentador, el famoso artista de 53 años pretende salvar su carrera. La estrategia que está llevando a cabo es mostrar al mundo y, en especial, a la sociedad americana que está muy arrepentido. Por este motivo ha decido tratarse el estrés en una clínica de rehabilitación y hacerlo público o, por lo menos, no desmentir las informaciones que aseguraban su tratamiento del estrés.
Como se ha podido comprobar, su discurso en la gala de los Oscar tras recibir el premio y su posterior disculpa en Instagram en la que dejaba claro que la violencia no está justificada en ningún caso; no han sido suficientes para evitar, de momento, la cancelación.
Will Smith quemará todas las naves para intentar salvar su carrera actoral. La estrategia de marketing para mostrar que está muy arrepentido y que necesita ayuda externa para gestionar sus emociones es su nueva baza. ¿Lo conseguirá? En estos momentos hay serias dudas de que el protagonista del ‘Príncipe de Bel Air’ vuelva a participar en grandes producciones. Y todo por no haberse parado a pensar 10 segundos antes de actuar aquella fatídica noche del 27 de marzo de 2022.