Parecía que sería el último pero finalmente habrá más. El cambio de hora de invierno se producirá este domingo de madrugada. A las 3, los relojes tendrán que atrasarse hasta las 2. Algo que ocurre cada octubre desde hace ya 45 años. Europa sigue planteando la posibilidad de suprimir el cambio de hora estacional. Pero no será antes de 2021, pese a que habían estudiado que este 2019 fuera el último con cambios de horario.
Los Estados miembros aún tienen que ratificar la supresión de este convenio de hora. Y no será fácil, ya que algunos países se niegan. Portugal, por ejemplo, ha anunciado que seguirá moviendo las manecillas dos veces al año. Sea cual sea la decisión de las instituciones comunitarias.
En España, el comité de expertos nombrado por el Gobierno no han alcanzado ningún acuerdo. Los especialistas mantienen posturas enfrentadas.
Fueron los finlandeses quienes plantearon formalmente no cambiar la hora. A efectos prácticos, les da igual, ya que hay días de 24 horas de oscuridad en invierno y 24 horas de luz en verano.
Sin embargo, el resto de países adecua el reloj a la salida del sol. El objetivo es que el ritmo circadiano de las personas sea el más correcto posible. Hace tiempo que se advirtió que en Cataluña, por ejemplo, si se decidiera adoptar el horario de invierno, amanecería a las 5 o las 6 de la mañana durante cuatro meses al año. Por el contrario, en Galicia amanecería otros cuatro meses a las 9 o las 10 de la mañana.
División total
El debate va camino de convertirse en interminable. La división es total. Tanto dentro de España como fuera de ella. Algunos abogan por no variar el sistema y seguir haciendo cambios en octubre y en marzo.
Otros luchan por adoptar el horario de invierno, atendiendo a criterios de salud y uso de horas de sol.
Y la tercera parte mantiene que lo mejor es el horario de verano, por el previsible impacto negativo que podría dar al sector turístico el horario de invierno. En España, el turismo representa alrededor del 12% del PIB. Por lo que las consecuencias económicas podrían ser cuantiosas.