Souad Abderrahim se ha convertido en la primera mujer en asumir la alcaldía de una capital del mundo árabe. Se trata de la candidata del partido islamista conservador Ennahda y desde este martes ostenta el bastón de mando de la ciudad de Túnez tras ganar las elecciones municipales celebradas el pasado mes de mayo.
“Ofrezco esta victoria a las mujeres de mi país, a toda la juventud y a Túnez”, declaró Abderrahim, visiblemente emocionada poco después de una votación que mantuvo la intriga hasta el último momento.
Y es que Ennahda fue el partido más votado en los comicios, pero se quedó lejos de la mayoría absoluta al obtener 21 de los 60 concejales. Finalmente, la flamante política se hizo con 26 votos frente a los 22 de su principal adversario, Kamel Idir, del partido conservador Nidá Tunis, con el que Ennahda forma una “gran coalición” en el Gobierno nacional. En la victoria de Abderrahim fue clave la abstención de las dos principales fuerzas de izquierdas del país, el Frente Popular y el Tayyar Democraty en la segunda ronda de votaciones.
Abderrahim tiene 53 años y en los últimos años, ha ocupado un cargo directivo en una importante empresa farmacéutica, una labor que ahora deberá abandonar para dedicarse al gobierno de la ciudad. No lleva velo: se lo quitó cuando fue nombrada directora ejecutiva de este gigante de la industria del medicamento.
Presume de ser pionera en el ámbito político al ser la primera mujer fundadora del comité ejecutivo de la Unión General Tunecina de Estudiantes. Además, es una veterana militante de Ennahda desde su época universitaria, sufrió cárcel en los años 80 -cuando su partido estaba prohibido- y, con la caída de la dictadura, se convirtió en diputada de la Asamblea Constituyente entre 2011 y 2014.
A pesar de que durante la campaña hizo a menudo bandera del feminismo, Abderrahim suscita más bien recelos entre las organizaciones feministas clásicas, con una gran influencia en la sociedad tunecina. No en vano, durante su singladura como diputada hizo gala de una mentalidad netamente conservadora. Sobre todo, levantaron polvareda unas declaraciones en las arremetía contra las madres solteras y que se mostraba contraria a que recibieran ayudas estatales.
Ahora, Abderrahim se convierte en la primera Sheij al Madina (Jeque de la ciudad, en árabe), título tradicional -en masculino- que se da al alcalde de la capital, ya que ocupa una función especial como guía espiritual en algunas fiestas religiosas.
TÚNEZ, PIONERO EN PARIDAD DE GÉNERO
Túnez ha sido un país pionero en el reconocimiento de los derechos de la mujer. De hecho, según la Instancia Electoral Independiente (ISIE), el 47% de los candidatos en las elecciones del 6 de mayo tenían nombre de mujer. El periódico ‘Al Maghreb’ señala que, hasta ahora, 52 mujeres se han proclamado alcaldesas en 269 ayuntamientos -de un total de 350- que han celebrado ya la elección de sus primeros ediles.
En la Constitución tunecina de 2014 se introdujo como objetivo la paridad de género en la política. Así, se aprobó una ley electoral que obliga a los partidos a repartir a partes iguales entre hombres y mujeres los puestos de cabeza de lista.