Se creía que estaba huido. De hecho, algunos pensaron que había llegado a abandonar el país. Pero no. Chérif Chekatt, el autor del atentado en Estrasburgo, no había salido de su barrio, donde fue abatido por la policía este jueves pasado a última hora de la noche.
El joven, de 29 años, nunca se alejó de la zona en la que sembró el pánico el martes pasado. Cerca del mercadillo de Navidad de Estrasburgo. Chekatt fue abatido apenas 48 después de haber matado al menos a tres personas y dejar heridas a otras trece, varias de extrema gravedad.
Chekatt moría este jueves en un tiroteo con las autoridades francesas. Lo hizo en su propio barrio, el de Neudorf. Allí se le perdió la pista tras huir en un taxi del lugar del atentado.
El ministro de Interior francés, Christophe Castaner, explicaba que «a las 21:00 horas, un equipo de la brigada especializada sobre el terreno, compuesta de tres miembros, vio a un individuo que deambulaba por la vía pública a la altura del número 74 de la calle Lazaret». «Este individuo correspondía a la descripción de la persona buscada desde la noche del martes», añadía el ministro.
Cuando los agentes iban a proceder a detenerle, el individuo «se dio la vuelta y se enfrentó a ellos a disparos». «Ellos respondieron de inmediato y neutralizaron al agresor», contaba el ministro.
Operación de 48 horas
Desde el atentado, más de 700 agentes habían sido asignados a la búsqueda del terrorista. Una operación frenética que duraba 48 horas y que se extendía incluso a Alemania. El barrio donde finalmente era abatido había sido ya objeto de una operación policial por la tarde.
Sin embargo, las autoridades habían indicado que no se trataba de una pista caliente sobre el paradero de Chekatt.
Por su parte, además, DAESH ha reivindicado ya el atentado, asegurando que Chekatt era miembro del grupo terrorista.