Los resultados finales de las elecciones generales en Alemania permiten a Friedrich Merz, líder de la Unión Demócrata Cristiana (CDU), formar gobierno junto al Partido Socialdemócrata (SPD) sin necesidad de pactar con Los Verdes. La suma de escaños entre CDU/CSU y SPD alcanza los 329, superando la mayoría necesaria de 315 en el Bundestag.
El escrutinio definitivo dejó fuera del Parlamento a la Alianza Sahra Wagenknecht (BSW), que obtuvo un 4,97% de los votos, quedando por debajo del umbral del 5% necesario para acceder al hemiciclo. Su entrada habría complicado la aritmética parlamentaria, obligando a Merz a negociar una coalición a tres bandas con el SPD. Con este resultado, los democristianos han evitado esa situación y podrán gobernar con una mayoría más estable.
En su primera intervención tras la confirmación de los resultados, Merz subrayó su prioridad de reforzar la autonomía estratégica de Europa respecto a Estados Unidos. «Nuestra prioridad absoluta es fortalecer Europa lo antes posible para reducir su dependencia exterior», afirmó. También señaló que la política estadounidense actual no garantiza la estabilidad de la Unión Europea y planteó la necesidad de revisar la estructura de la OTAN.
Este enfoque supone un cambio en la tradicional relación transatlántica de Alemania, que históricamente ha mantenido una estrecha cooperación con Washington. La posición de Merz se acerca a la del presidente francés, Emmanuel Macron, en su apuesta por una Europa más soberana en materia de defensa y geopolítica.