La Reserva Federal de Estados Unidos (Fed), bajo la presidencia de Jerome Powell, ha tomado una decisión significativa al reducir drásticamente los tipos de interés en medio punto porcentual. Este recorte, el primero en cuatro años, marca el inicio de un ciclo bajista en la política monetaria, con los tipos de interés situados ahora en un rango de entre el 4,75 % y el 5 %. Este movimiento es más agresivo de lo que el mercado había previsto hasta hace apenas una semana, cuando se anticipaba una rebaja más moderada de un cuarto de punto.
Con esta medida, la Fed parece priorizar el crecimiento económico sobre la inflación. Sin embargo, algunos analistas señalan que esta reacción podría haber llegado tarde, como ya ocurrió cuando el banco central fue lento en aumentar los tipos en 2020. A pesar de la disminución de las tensiones inflacionarias derivadas de la pandemia, el conflicto en Ucrania y otras crisis geopolíticas, la economía estadounidense muestra signos de debilitamiento, especialmente en el mercado laboral, lo que podría dificultar el «aterrizaje suave» que busca la Fed y aumentar el riesgo de una recesión.
Este recorte de los tipos de interés por parte de la Reserva Federal también refleja una tendencia más amplia entre los principales bancos centrales occidentales, como el Banco Central Europeo y el Banco de Inglaterra, de relajar el precio del dinero a medida que la inflación parece ceder. A pesar de que el anuncio de Powell en agosto en Jackson Hole ya indicaba un cambio de política inminente, el debate sobre la magnitud del recorte permanecía abierto hasta el último momento.