La economía española se frena. Lo ha reconocido el Gobierno en funciones y ahora la OCDE lanza un duro aviso. La organización asegura que España se está fatigando el doble que en Europa y a un ritmo más rápido de lo esperado.
Este verano, ese ritmo de debilidad se ha incrementado. Según la OCDE, con datos de agosto, España se sitúa en 98,58 puntos, lo que supone 22 centésimas menos que en el mes anterior. Y su pone su menor nivel desde junio de 2013.
La preocupación aumenta al comparar España con otros países. La caída de 22 centésimas es algo más del doble del deterioro de 0,10 puntos que la OCDE prevé para el conjunto de la Eurozona. Y muy superior a los 0,05 puntos que prevé para el conjunto de países de la OCDE.
Hace ya dos semanas, la organización que dirige Ángel Gurría revisó a la baja las perspectivas de crecimiento mundial. Llegando al nivel más bajo desde la crisis anterior. Lastrada, sin duda, por las tensiones de la guerra comercial y la incertidumbre política.
Pacto de Estado
Con semejante panorama, este martes el Consejo General de la Ingeniería Técnica Industrial de España y el Consejo General de Economistas de España han reclamado a los partidos un pacto de Estado en materia industrial. El fin es recuperar parte del brillo perdido.
La industria representaba un 18,7% del PIB español en el año 2000. Un porcentaje que se ha ido reduciendo. En 2018 ya era del 16,2%. La industria manufacturera ha pasado del 16,2% al 12,6% en el mismo periodo.
Al mismo tiempo, España es el quinto país europeo en volumen de facturación del sector industrial y número de empresas. Solo por detrás de Reino Unido, Italia, Francia y Alemania.
A pesar de ello, la distancia con los países que le preceden en facturación es de prácticamente el doble.