Después de 7 años encerrado en la embajada ecuatoriana en Londres, Julian Assange era detenido. El fundador de WikiLeaks llevaba allí desde agosto de 2012, cuando solicitó asilo político tras ser reclamado por la justicia de Suecia por supuesta violación y abusos sexuales.
La Fiscalía sueca retiró los cargos en mayo de 2017. Sin embargo, la policía británica había advertido que sería detenido en cuanto saliera de la embajada por violar las condiciones de su libertad condicional.
Las noticias sobre la salida de Assange ya se anticiparon la semana pasada por WikiLeaks. Entonces, se conocía que Lenin Moreno, presidente de Ecuador, había retirado a Assange el asilo por «repetidas violaciones de las convenciones internacionales».
Dos años de tensiones
Las tensiones entre Assange y el Gobierno ecuatoriano se remontan a hace dos años. Saltaron tras las interferencias de WikiLeaks en las elecciones de EEUU con informaciones sobre Hillary Clinton. Y en el proceso catalán, con repetidas intervenciones en redes sociales.
Hace seis días, el ministro de Exteriores de Ecuador desmintió que fueran a expulsar a Assange. Pero este jueves ha sido detenido por siete policías que entraban en la embajada. Se lo han llevado esposado y en volandas, como puede verse en el vídeo que ha publicado ‘RT’.
Su detención ha permitido ver a Assange, de 47 años, tremendamente envejecido, con barba blanca.
El fundador de WikiLeaks salía a gritos y a empujones. Y era transportado hasta un furgón policial que le esperaba en la puerta. Como curiosidad, Assange llevaba en la mano el libro que estaba leyendo en el momento de su detención: ‘El Estado de Seguridad Nacional’, de Gore Vidal.