Las elecciones estatales en Brandeburgo han resultado ser más disputadas de lo esperado, con el Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD) logrando una ajustada victoria sobre la extrema derecha de Alternativa para Alemania (AfD). Según las primeras proyecciones publicadas por la cadena pública ARD, el SPD ha obtenido el 31,3% de los votos, frente al 29,5% de la AfD. Este resultado ha sido atribuido en gran medida al «efecto Woidke», en referencia a la popularidad del actual presidente regional y candidato socialdemócrata, Dietmar Woidke, quien ha logrado movilizar a sus votantes en los últimos días de la campaña.
Woidke, quien ha evitado la presencia de líderes nacionales del SPD, incluida la del canciller Olaf Scholz, se ha presentado como una figura autónoma en Brandeburgo. Su gestión de una región próspera, marcada por el crecimiento económico y la estabilidad poblacional, fue clave para retener el apoyo de los votantes. Este «efecto Woidke» ha permitido que los socialdemócratas mantuvieran su principal bastión electoral en el este del país, donde gobiernan desde la reunificación en 1990.
Brandeburgo, bastión de la coalición de Scholz
La victoria del SPD en Brandeburgo tiene un significado más allá de las fronteras del estado. En el plano nacional, representa un alivio para el canciller Scholz y su partido, que han enfrentado un descenso de popularidad a nivel federal. Si bien las encuestas a nivel nacional indican que la coalición de gobierno formada por socialdemócratas, verdes y liberales está en su punto más bajo, esta victoria otorga un respiro temporal al liderazgo de Scholz, evitando cuestionamientos internos sobre su idoneidad como candidato para las elecciones federales de 2025.
Por otro lado, AfD continúa consolidándose como una fuerza política en los antiguos estados de la Alemania del Este. Aunque no ha logrado arrebatar el poder en Brandeburgo, su resultado cercano al 30% refleja un creciente apoyo, impulsado por una narrativa antiinmigración y críticas a las políticas federales de asilo. La colíder del partido, Alice Weidel, celebró el resultado como una muestra de la fortaleza de AfD en el este de Alemania, donde ya había obtenido victorias significativas en Turingia y Sajonia.
Además de SPD y AfD, el panorama político en Brandeburgo ha mostrado un fuerte declive de Los Verdes, que no lograron superar el umbral del 5% para entrar en el parlamento regional, con solo el 4,6% de los votos. La Alianza Sahra Wagenknecht (BSW), un nuevo actor político de izquierda populista, consiguió un destacado 12,4% de los votos, consolidándose como una fuerza emergente en el este alemán.