El presidente de Francia, Enmanuel Macron, quiere quitarse la etiqueta que le acompaña desde el inicio de su mandato, en mayo de 2017, de ser ‘el presidente de los ricos’. Para ello, ha decidido dar un giro social y ha lanzado un ambicioso plan de 8.500 millones de euros para combatir la pobreza.
Este proyecto, desvelado este jueves por el propio Macron, estará centrado en niños y jóvenes y en ayudar a la búsqueda de empleo, de cara a librar “un combate vital” frente a unas estadísticas que sigue considerando un “escándalo”.
El presidente francés considera que el actual modelo social no tiene en cuenta como debería las necesidades de la población más desfavorecidas. Más de nueve millones de personas -el 14 por ciento de la población- vivían en 2016 por debajo del umbral de la pobreza, situado en Francia en 1.026 euros mensuales.
“No se trata de ayudar a los pobres a vivir mejor en la pobreza, sino de acompañarlos para salir de ella”, dijo el presidente en la presentación en París de esta estrategia nacional.
Las principales medidas del plan
El plan de Macron, a desarrollar en los próximos cuatro años y que entrará en vigor en enero de 2019, pasa, entre otras cuestiones, por:
– Creación de 30.000 plazas de guardería en barrios desfavorecidos y ayudas económicas a los padres
– Ofrecer desayunos y comidas a un euro en las escuelas de educación primaria que estén situadas en zonas consideradas prioritarias.
– La educación obligatoria se ampliará hasta los 18 años, con el objetivo de combatir unas tasas de abandono que dejan a 60.000 jóvenes cada año fuera del sistema educativo y de inserción laboral.
– La ayuda social a la infancia (ASE, por sus siglas en francés) se ampliará hasta los 21 años.
– En materia de empleo, Macron aspira a crear “un verdadero servicio público de inserción” y dar un impulso a los contratos que permiten la entrada en el mercado laboral de las personas teóricamente con menos opciones. Macron espera que el número de contratos con ayudas pase durante su mandato de 100.000 a 240.000.
– El plan pasa también por fusionar en 2020 el mayor número de prestaciones sociales, dentro de un “ingreso universal de actividad” que contemplará también “deberes” para sus receptores. “Se generalizará y firmará un contrato de compromisos y responsabilidades recíprocas”, de tal forma que, por ejemplo, no se puedan rechazar dos ofertas “razonables” de empleo.
– Para simplificar además el acceso a la sanidad de las personas más vulnerables, se les pagarán algunos costos no asumidos por la Seguridad Social.
Con estas medidas, Macron quiere revertir la opinión que tienen sus compatriotas de su gestión. Y es que una reciente encuesta publicada por la cadena BFM TV, señalaba que un 79 por ciento de los franceses no confían en su presidente para atender las necesidades de las clases bajas. Además, un 76 por ciento creen que sus políticas favorecen a las rentas más altas.