El futuro tercer municipio por número de habitantes de Extremadura ya ha sido bautizado. El nombre de la nueva ciudad resultado de la fusión de Don Benito y Villanueva de la Serena será Vegas Altas. Sus respectivos alcaldes, José Luis Quintana y Miguel Ángel Gallardo, descartaron en junio denominaciones como Concordia del Guadiana o Mestas del Guadiana, ante el rechazo generalizado entre los vecinos de ambas localidades.
La decisión ha sido acordada en el seno de una reunión en la que han participado los alcaldes de ambas corporaciones y los portavoces municipales. Según han detallado a Efe algunos asistentes, el nombre de Vegas Altas les «identifica» y genera «consenso y aceptación», objetivos principales para determinar la nueva denominación.
Asimismo, tal y como Quintana dijo hace varias semanas, tanto Villanueva de la Serena como Don Benito mantendrán sus denominaciones actuales pero como distritos de la nueva ciudad, una vez se efectúe la fusión a todos los efectos. La nueva ciudad resultante de la fusión surge de una consulta popular, celebrada el 20 de febrero de 2022, que tuvo una importante repercusión política, social y hasta mediática.
Los vecinos de Don Benito y Villanueva de la Serena se dieron el sí para escribir conjuntamente su futuro. Para seguir adelante con el proceso era necesario que el respaldo superase el 66 por ciento en los dos municipios, porcentaje que se logró de manera holgada en Villanueva, un 90,49 por ciento, pero más que ajustada en Don Benito, un 66,27 por ciento a favor.
La tercera localidad de Extremadura por número de habitantes
De este proceso de fusión surgirá la tercera localidad extremeña en población, alrededor de 63.000 vecinos, y con una extensión municipal de unos 700 kilómetros cuadrados. Sólo Badajoz y Cáceres, tendrán más población.
Largo es el camino que aún queda por recorrer para que el proyecto sea una realidad, con numerosos procesos administrativos y estudios. De hecho, se inserta en un horizonte de aproximadamente 5 años a partir de ahora.
Ello supone que la materialización y eficacia plena del proceso se desarrollaría en el primer trimestre de 2027, lo que permitiría que los comicios locales a desarrollar en ese año alumbrarían el primer arco plenario del nuevo municipio.
Se estiman unos 5 años hasta que el proyecto de fusión sea una realidad, con numerosos procesos administrativos y estudios
En este proceso cobra máxima importancia el denominado «texto de convenio de fusión», pues «constituye la auténtica clave de bóveda del proceso de unidad identitaria», como así se define en el proyecto, pues recogerá los instrumentos necesarios para planificar, desarrollar y ejecutar todas las actuaciones administrativas precisas.
Para ello, una Comisión de Trabajo de naturaleza multidisciplinar será la encargada de gestar la letra del citado convenio, cuya previsión es que esté ultimado a finales de 2022 y su aprobación, junto al resto de documentación del expediente, para el primer trimestre del 2023.
A partir de esta fecha será el turno de las comisiones sectoriales que, conformadas por personas especializadas en procesos administrativos, definirán la transformación de las dos estructuras administrativas actuales en una única y, a la vez, hilar todo ello bajo un prisma de modernización del modelo productivo de la nueva ciudad.
Las citadas comisiones deberán acometer un análisis de todas las formas de gestión vigentes, desde contratos, convenios y concesiones a los servicios públicos, «de modo que todos ellos vayan convergiendo hacía la unidad de la prestación».
A ello se unirá una evaluación de todos los bienes de ambos municipios y su posterior adscripción a los servicios públicos a prestar, que deberá estar concluida a finales de 2022, y una propuesta de restructuración para generar la nueva distribución de los bienes de dominio público para la nueva entidad municipal.
De cara a la armonización de la política fiscal, antes del tercer trimestre de 2022 estará listo, según las previsiones iniciales, un estudio de tarifas, tasas, contribuciones, precios públicos y otros ingresos fiscales, así como los sistemas de bonificaciones y exenciones.
También para finales de 2022 se prevé que esté lista una propuesta inicial sobre el redimensionamiento de las estructuras de personal, que exigirá un análisis de las plantillas y relaciones de trabajo de ambas administraciones.
