Los ciudadanos valoran de forma muy positiva el trabajo desarrollado por los farmacéuticos de oficina de farmacia durante la pandemia. El 94,5% considera ‘muy bueno’ o ‘bueno’ la actuación de estos profesionales sanitarios durante la mayor crisis sanitaria que ha registrado España en los últimos 100 años.
Es una de las conclusiones de la encuesta realizada por GAD3 para el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid (COFM), donde se compara, por primera vez, la evolución de la percepción ciudadana sobre el papel de la oficina de farmacia antes y durante la pandemia.
El presidente de la empresa demoscópica, Narciso Michavila, ha presentado hoy en la sede colegial un resumen de los resultados del sondeo Percepción sobre la farmacia en la Comunidad de Madrid, realizado a partir de una muestra de 1.202 entrevistas a población general residente en la región, entre el 4 y el 15 de noviembre.
Aspectos que se han tratado en el cuestionario
Aspectos como el mantenimiento del horario de apertura, la capacidad de adaptación del farmacéutico a la crisis o la información ofrecida sobre las medidas de protección contra la COVID-19 son algunos de los servicios prestados desde la farmacia mejor valorados por los ciudadanos, con índices de satisfacción por encima del 88%.
Uno de los datos que mejor respalda la actuación farmacéutica en la pandemia es que la percepción del valor sanitario de la farmacia y de los farmacéuticos ha mejorado para más de la mitad de los madrileños. Cuanto más jóvenes, más ha mejorado esta valoración. Tres de cada cuatro personas de entre 18 y 29 años así lo indican, según el sondeo. Un dato muy significativo si se tiene en cuenta que el perfil del usuario medio de la farmacia madrileña se corresponde con una persona de 53 y 54 años.
Igualmente, es reseñable que la mitad de los madrileños considera que la farmacia es un establecimiento sanitario, 15 puntos por encima de los datos recogidos antes de la pandemia, lo que refrendaría la función desempeñada por la red de oficinas de farmacia en esta crisis. Tan solo uno de cada cinco ven la farmacia como un comercio.
Por otro lado, más de la mitad de los ciudadanos (53,7%) requiere consejo profesional sobre autocuidado y síntomas menores, frente al 41,7% registrado antes de la pandemia, mientras la demanda de servicios profesionales adicionales sube diez puntos durante este convulso periodo, lo que indicaría una consolidación del papel del farmacéutico como agente de salud.
El 95% de los madrileños no han encontrado ningún problema a la hora de acceder a su tratamiento en la farmacia
Entre los datos de la encuesta, Michavila ha destacado que el 95% de los ciudadanos no han encontrado ningún problema a la hora de acceder a su tratamiento en la farmacia y que el farmacéutico sigue siendo el profesional más consultado cuando los ciudadanos precisan más información sobre un medicamento o tratamiento.
Para más de la mitad de los madrileños, la farmacia debería haber tenido un papel más activo tanto en la dispensación y realización de test de antígenos (72,6%), como en la administración de vacunas (59,1%). “Desde el principio de la pandemia, los farmacéuticos identificamos esta demanda ciudadana y así lo trasladamos a las administraciones y también a la sociedad. Como se puede ver en la encuesta, no se trata de ninguna batalla profesional, sino simplemente del traslado de una necesidad de la sociedad que podíamos atender desde la oficina de farmacia”, sostiene el presidente del COFM, Luis González Díez.
De cara al futuro, los ciudadanos también muestran sus preferencias y necesidades de atención. La oficina de farmacia es el lugar preferido para la retirada de medicamentos frente a la farmacia hospitalaria, una opción que se ha visto reforzada a lo largo de la pandemia al pasar del 81,3%% de apoyo en enero de 2020 al 88,8% registrado este mes.
Asimismo, “la mitad de los madrileños, por ejemplo, ha requerido o le gustaría acceder al servicio de atención farmacéutica domiciliaria, un aspecto que recogerá la futura ley de farmacia de la Comunidad de Madrid”, apunta Luis González.
Los servicios de diagnóstico precoz de la COVID-19, el seguimiento de dietas y control del peso o los test de intolerancias alimentarias, la detección precoz de patologías crónicas o la atención farmacéutica domiciliaria son las prestaciones profesionales cuya demanda ha seguido creciendo y donde un mayor número de ciudadanos mostraría su disposición a pagar.
Por último, y a pesar de los cambios registrados, solo el 18% de la población afirma que compra productos de parafarmacia por Internet, mientras que la mitad estaría dispuesto a recibir información vía online sobre sus tratamientos.
“Los resultados de la encuesta de GAD3 indican con claridad cuáles son las preferencias, las necesidades y también las expectativas que tiene la población de Madrid en relación con la farmacia. Los ciudadanos deciden y lo hacen con libertad, teniendo en cuenta siempre su propia experiencia personal y la confianza que les merecemos como farmacéuticos. Es el momento de escuchar y de movilizar los recursos que ofrece la red de farmacias para responder a retos como el envejecimiento, la dependencia o la cronicidad de enfermedades, tal y como hemos hecho durante la pandemia”, ha asegurado el presidente del COFM durante la presentación de resultados a los medios de comunicación.
