A fin de evitar un segundo repunte de Covid-19, Reino Unido ha decidido imponer una cuarentena obligatoria a quienes lleguen al país. Será, como en España, de 14 días. Y se contempla una multa de 1.100 euros para quien la incumpla.
Según ha confirmado un portavoz del Gobierno británico, este viernes se ofrecerán más detalles de la nueva norma. Previsiblemente, entrará en vigor a principios de junio, justo cuando algunos países europeos tienen pensando ir levantando sus restricciones aéreas.
De la cuarentena quedarán exentos los conductores de camiones y funcionarios sanitarios. Y tampoco se aplicará a la zona de viaje con Irlanda. El resto deberán cumplir con este requisito. Incluidos los que lleguen desde Francia, a pesar de que en los últimos días se decía lo contrario.
Además, los viajeros tendrán que rellenar un formulario, precisando datos de contactos. Podrían ser sometidos a inspecciones sorpresa, al fin de asegurar que cumplen la cuarentena establecida.
En caso de no proporcionar una dirección en la que aislarse, el gobierno será quien le habilite un lugar para ello. La medida, según ha adelantado el Ejecutivo de Boris Johnson, será revisada cada tres semanas.
Las críticas no han tardado en aparecer. Las primeras, del consejero delegado de Ryanair, que ha calificado la medida de «idiota» e «impracticable». Además, el sector de la aviación británica ha expresado su temor a que la decisión termine «matando» los viajes internacionales a Reino Unido.
Covid-19 en Reino Unido
Reino Unido ha superado ya la cifra de los 36.000 oficiales por coronavirus. Hasta ahora, el 17% de los londinenses y el 5% del conjunto de británicos ha pasado la enfermedad.
El país, que ha superado así los 248.200 casos, prepara a contrarreloj un sistema para trazar los contagios. Y es que a pesar de que las cifras son todavía muy altas, Inglaterra se prepara para la desescalada.
De hecho, tienen previsto reabrir algunas escuelas a principios de junio. Por eso, quieren tener controlados los contagios nuevos. Para ello, han contratado a cerca de 24.000 personas que se encargarán de entrevistar por teléfono a posibles contagiados. Detectarán a sus contactos y rastrearán los mismos.
Se querían apoyar en una app de móvil que debía estar lista a mediados de mayo pero que finalmente se retrasará unas semanas.