El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, ha iniciado su visita oficial a China con un claro mensaje de diálogo y negociación para evitar una guerra comercial entre la Unión Europea y el gigante asiático. En su discurso ante el Consejo Asesor Empresarial, que reunió a 22 empresas españolas y 21 chinas, Sánchez enfatizó que “una guerra comercial no beneficiaría a nadie”. La visita de Sánchez se produce en un contexto de crecientes tensiones comerciales tras la decisión de la Unión Europea de imponer aranceles provisionales de hasta el 47,6% a los coches eléctricos chinos, medida que ha generado preocupación en Pekín y ha llevado a China a considerar represalias contra las exportaciones de porcino español.
Colaboración Unión Europea-China
Durante su intervención, Sánchez subrayó la importancia de encontrar una solución negociada dentro del marco de la Organización Mundial del Comercio (OMC), que permita equilibrar las condiciones de competencia y fomentar una colaboración productiva entre las industrias europea y china. En su reunión con el primer ministro chino, Li Qiang, Sánchez expresó su «sorpresa» por la amenaza de represalias chinas contra el sector porcino español y destacó la necesidad de mantener un diálogo constructivo y basado en el respeto mutuo. Por su parte, Li Qiang manifestó su «preocupación» por los aranceles europeos y enfatizó la importancia de mantener canales de comunicación abiertos para evitar una escalada de tensiones.
El momento más significativo del viaje de Sánchez fue su encuentro con el presidente Xi Jinping, quien ofreció una reunión de trabajo y una cena con el líder español. Xi destacó la importancia de las relaciones bilaterales y expresó su deseo de que ambos países colaboren en el ámbito del comercio y el multilateralismo. Sánchez, por su parte, se ofreció como interlocutor para resolver la crisis entre la UE y China sobre el coche eléctrico, afirmando que “China juega un papel central en el mundo. Europa también. España quiere trabajar de manera constructiva para que las relaciones sean más ricas, más cercanas y más equilibradas en beneficio de nuestras sociedades”.
Cooperación
El presidente chino, aunque no mencionó explícitamente la disputa comercial, hizo un llamado a desarrollar una cooperación más profunda en sectores de alta tecnología, como la inteligencia artificial, la economía digital y las nuevas energías, subrayando la necesidad de beneficios mutuos. También pidió que España siga proporcionando un entorno empresarial justo y no discriminatorio para las empresas chinas. Desde la delegación española, se percibe que hay posibilidades de llegar a un acuerdo, aunque aún no se ha alcanzado ningún resultado concreto.
La situación actual se enmarca en la decisión de la UE de imponer aranceles a los coches eléctricos chinos para contrarrestar lo que considera una competencia desleal debido a las subvenciones del gobierno chino. Esta medida, aún provisional, será sometida a votación definitiva en noviembre, y China espera influir en países como España para modificar su voto o al menos obtener una abstención. Como respuesta, China ha iniciado una investigación antidumping contra las importaciones de cerdo de la UE, lo que representa una clara amenaza para la industria porcina española, que depende en gran medida del mercado chino.
En el contexto geopolítico más amplio, Sánchez aprovechó su visita para abordar también otros temas, como la posición de España sobre la guerra en Gaza, alineada en muchos aspectos con la de China. Aunque no se ha alcanzado un acuerdo definitivo, la delegación española considera que el ambiente de las reuniones fue constructivo y positivo, con Xi tratando a Sánchez como un interlocutor destacado en la UE y un socio respetado.
Guerra comercial
La visita de Sánchez a China no solo busca desactivar una potencial guerra comercial, sino también promover inversiones chinas en España y fomentar un mayor acceso de productos españoles al mercado chino. España, como otros países europeos, observa con preocupación el posible impacto de una nueva guerra comercial, especialmente si se dan cambios en la política estadounidense tras las próximas elecciones. Sánchez ha reafirmado el compromiso de España con el multilateralismo y la resolución de conflictos comerciales a través de la OMC, confiando en que su visita contribuya a minimizar los daños para la industria española, especialmente la cárnica, y a fortalecer las relaciones bilaterales con China.