Los principales partidos de Cataluña, PSC, Junts y ERC, están en la fase decisiva de la campaña electoral antes de las elecciones del 12 de mayo, con un clima de tensión marcado por críticas y acusaciones mutuas. Los sondeos recientes confirman la posición líder del PSC, aunque el bloque independentista lucha por recuperar la mayoría en el Parlament. En este contexto, la incertidumbre es alta, y cada voto puede ser crucial para la formación del próximo Govern.
El candidato del PSC, Salvador Illa, ha cuestionado la estrategia independentista de buscar una mayoría para bloquear su acceso a la Presidencia de la Generalitat, mientras que ha descartado un acuerdo con Junts debido a las diferencias ideológicas.
Por su parte, Pere Aragonès de ERC ha criticado tanto al PSC como a Junts, acusando a Illa de estar «desorientado» y a Puigdemont de evitar el debate de propuestas. Aragonès ha reiterado los ejes centrales de ERC para pactar después de las elecciones.
Cruce de reproches
Los Comuns Sumar también han participado en el cruce de reproches, rechazando cualquier acuerdo con Junts y criticando las políticas «anticlimáticas» de PSC y ERC. Su candidata, Jéssica Albiach, ha abogado por un gobierno de izquierdas pero ha advertido sobre proyectos como el complejo de ocio propuesto por el PSC.
El PP ha dirigido sus críticas principalmente hacia el PSC, acusándolos de ceder ante el independentismo en Cataluña. Dolors Montserrat ha señalado supuestas promesas incumplidas de Salvador Illa y Pedro Sánchez.
Junts y la CUP han presentado propuestas para el próximo Govern, destacando una reforma administrativa y la garantía de vivienda pública, respectivamente. La CUP ha cargado contra PSC y Junts por sus políticas habitacionales y ha instado a ERC a actuar con valentía en este ámbito.