Una pelea en un bar, una foto y nuevas declaraciones ante el FBI ponen la versión de Brett Kavanaugh más entredicho si cabe. Las dos pruebas y la ampliación de la investigación hacen tambalear lo contado por el candidato de Trump al Supremo.
La primera prueba contra Kavanaugh llega en forma de pelea. Al parecer, en 1985, el ahora juez participó en una trifulca en un bar. Un altercado que él mismo empezó al arrojar el contenido de un vaso a la cara de una persona. Este suceso hizo que Kavanaugh fuera interrogado por la policía y que uno de sus amigos fuera finalmente detenido.
El informe policial que ha salido a la luz ahora corrobora el testimonio de Chad Ludington, compañero de universidad de Kavanaugh. El ahora profesor universitario aseguró que el candidato al Supremo no fue honesto respecto a su relación con el alcohol en sus años de estudiante.
La otra prueba contra Kavanaugh aparece ahora en forma de foto. Aunque el juez ha negado tener una relación estrecha con Deborah Ramírez, -una de las mujeres que le ha acusado- una imagen demuestra ahora que eso es mentira. Los mensajes entre Kavanaugh y sus amigos incluyen una foto de un grupo de siete amigos de Yale. Aparecen en una boda celebraba diez años después de la graduación y en ella salen Kavanaugh y Ramírez, que ejercieron de padrino y dama de honor respectivamente.
Preguntado en el Senado al respecto, Kavanaugh aseguró no tener un «recuerdo específico» de eso. Sin embargo, él y su equipo recibieron la imagen tres días antes de su comparecencia.
Ampliación del FBI
Por su parte, el FBI ha decidido ampliar la investigación sobre Kavanaugh. Sus agentes han tenido entrevistas con amigos del juez. También con personas que las mujeres que acusaron a Kavanaugh nombraron como posibles testigos.
El FBI decidía intervenir y ampliar tras el acuerdo al que han llegado con senadores y congresistas.