La muestra “Científicas olvidadas jamás contadas”, inaugurada este jueves en la Casa de las Ciencias de Logroño, pretende visibilizar, a través de trece cuentos populares, las aportaciones de siete mujeres científicas y seis inventoras para modificar estereotipos.
El alcalde de Logroño, Pablo Hermoso de Mendoza; y la comisaria de la exposición, Rosana Largo, han participado en la inauguración de la exposición, colgada hasta el próximo mes de mayo.

La muestra pretende “acercar al público familiar los descubrimientos científicos hechos por mujeres a través del cuento”, ha añadido Largo; así como “cambiar el estereotipo de algunos cuentos en los que la protagonista solo aspira a casarse y comer perdices para siempre”.
La exposición está divida en tres apartados: uno de mujeres científicas, otro de mujeres inventoras y un tercero vinculado a la obra “El Principito”, que se relaciona en la muestra con las calculadoras de estrellas
El apartado de científicas relaciona el cuento “Alicia en el País de las Maravillas” con la matemática y astrónoma Hypatia de Alejandría; el de “Pulgarcita” con la entomóloga María Sibylla; y el de “Ricitos de oro” con la astrofísica Henrietta Swan.
El cuento de “Caperucita roja” está vinculado a la física Marie Curie; el de “La princesa y el guisante” a la genetista Ruth Sager y el de “Blancanieves” a la bióloga molecular María Blasco.
El área dedicada a las mujeres inventoras conecta el cuento de “La sirenita” con el telescopio submarino de Sarah Mather; el de “Cenicienta” con el lavavajillas de Josephine Cochrane; y el de “La bella y la bestia” con la tecnología alimentaria y el sistema de envasado al vacío de Amanda Jones.
Además, en este apartado figuran el cuento de “La casita de chocolate”, que se relaciona con las cookies de Ruth Wakefield; el del “El mago de Oz”, con el GPS de Hedy Lamarr; y el de “La lechera”, con la máquina transportadora de leche de Fermina Orduña.
Con la obra “El principito” se hace referencia al protagonismo de las mujeres astrónomas del siglo XIX, que son conocidas como “Computadoras de Harvard”.