El PSC liderado por Salvador Illa emerge como vencedor en las elecciones de Cataluña, marcando un hito al obtener una victoria tanto en votos como en escaños por primera vez en la historia del partido. Esta victoria representa un golpe para el independentismo, que pierde su mayoría en el Parlament tras años de dominio. El ascenso de fuerzas de derecha, como el fortalecido PP y Vox, junto con la irrupción de Aliança Catalana, reflejan una tendencia hacia la derechización en Europa.
El debate sobre la amnistía, que ha agitado la política española, ha tenido un efecto diferente en Cataluña al desactivar el independentismo y poner fin al ‘procés’. Sin embargo, la formación de un nuevo gobierno enfrenta desafíos, ya que Illa debe buscar alianzas en un panorama político fragmentado. A pesar de su victoria, el PSC necesitará negociar con fuerzas como ERC y Junts para lograr la investidura.
Nueva etapa para Cataluña
El liderazgo de Illa se enfoca en abrir una nueva etapa para Cataluña, destacando la diversidad y la inclusión. Sin embargo, las alianzas políticas futuras permanecen inciertas, con opciones que incluyen pactos de izquierda o buscar el apoyo de otras fuerzas políticas como el PP. Mientras tanto, la pérdida de la mayoría absoluta por parte de los independentistas y el declive de ERC reflejan un cambio de rumbo en la política catalana.
La noche también vio el ascenso del Partido Popular y el mantenimiento de Vox, señalando una tendencia hacia la derecha en el Parlament. Ahora, Cataluña enfrenta un período de incertidumbre política mientras los partidos se preparan para nuevas negociaciones y pactos en las semanas venideras.