La actual edición de la Iniciativa de Inversión de Futuro (FII), que organiza Arabia Saudí desde el año pasado, está sufriendo el boicot de muchas empresas. El foro, conocido como el ‘Davos del Desierto’, se celebra en una semana y estaba destinado a ser símbolo de la modernización del país.
De hecho, su lema es ‘Un borrador para el siglo XXII’. Se perfilaba como el escaparate perfecto para mostrar a los empresarios, financieros y líderes económicos mundiales que esa monarquía absoluta a alcanzado un cierto grado de apertura.
Pero nada más lejos de la realidad. El caso Khashoggi ha desatado una oleada de abandonos. Numerosas empresas han hecho ya boicot al foro, anunciando que no acudirán a él. Hasta ahora, las cancelaciones eran de empresarios. Pero el pasado martes se alcanzaba un nuevo nivel cuando el FMI anunciaba que Christine Lagarde aplazaba su viaje.
Su negativa a acudir a Riad hasta que se aclare el asesinato de Khashoggi se suma a la del presidente del Banco Mundial, Jim Yong Kim. Éste ya había cancelado su visita a Arabia si el gobierno no daba explicaciones satisfactorias sobre lo sucedido.
Boicot internacional
Lagarde se une a una lista interminable de empresarios que han hecho su propio boicot internacional al foro económico. Entre ellos, el mayor banco de EEUU, JP Morgan. También el gigante del transporte Uber; el dueño de Google, Alphabet; la empresa de coches Ford; el mayor banco europeo, HSBC; o las cadenas de televisión CNN y CNBC.
Además, medios como ‘Financial Times’, ‘Los Angeles Times’, ‘New York Times’ o Bloomberg tampoco acudirán a cubrir el foro.
La mayor parte de cancelaciones proceden de EEUU. Y eso que Trump sigue defendiendo la inocencia de la monarquía saudí en el asesinato de Khashoggi.