Venezuela vive uno de los peores episodios históricos de hiperinflación registrados en el mundo. Los precios han alcanzado nuevos máximos en este mes de agosto. Pero tiene varios espejos en los que mirarse. Y es que ha habido hasta 5 hiperinflaciones tan graves como la del país latino.
En noviembre de 2016, los precios venezolanos subían a un ritmo mensual del 219% y se duplicaban cada 18 días. Una situación que ha ido agravándose y empeorando. Tanto es así que los ciudadanos necesitan fajos y fajos de billetes para pagar necesidades básicas.
La llegada de la nueva moneda, el bolívar fuerte, no ha ayudado a solucionar el problema de la hiperinflación. Pero históricamente no es el único caso. Hasta 58 episodios se han vividos desde que hay registros. Aunque los 5 mayores casos fueron los protagonizados por Hungría, Zimbabue, República Federal de Yugoslavia, Alemania y Grecia.
Los casos, uno por uno
Hungría. El peor caso histórico fue el sufrido por Hungría en 1946. Recién terminada la II Guerra Mundial, los precios en el país se duplicaban cada 15 horas. La tasa de inflación diaria llegó al 207%. En julio de 1946 la inflación alcanzó el impactante nivel de 41.900.000.000.000.000%. Una cifra casi incomprensible. El valor del dinero que tenían los húngaros en la cartera quedaba reducido a la mitad por la noche. El billete más alto fue de 100 trillones de pengös. Un programa de estabilización radical y la introducción de una nueva moneda ayudaron a salir de la situación.
Zimbabue. El más cercano en el tiempo, ya que se dio en 2008. La tasa de inflación diaria llegó al 98% y los precios se duplicaban cada 25 horas. La fallida reforma agrícola, la intervención en la Guerra del Congo y las sanciones de EEUU y Europa llevaron al país a la ruina. Alcanzo una tasa mensual de inflación de 79.000.000.000%. En 2009, Zimbabue dejaba de usar su moneda nacional y adoptaba la estadounidense y la sudafricana.
Yugoslavia. Los precios se duplicaban cada 34 horas y la tasa de inflación llegó al 65%. La crisis económica y política de los 80 degeneró en las guerras que acabaron dividiendo al Estado. El gasto público descontrolado, la ineficiencia, la corrupción y las sanciones de Naciones Unidas agravaron el problema. En 1994, los precios subían un 313.000.000% al mes. Nuevamente, la llegada de una nueva moneda, en este caso el dinar, fue la base para la recuperación.
Alemania. Corría el año 1923 cuando la tasa de inflación diaria del país subía al 21%. Los precios se duplicaban cada 3 días y 17 horas. El final de la I Guerra Mundial llevó al país germano a tal situación. La tasa mensual se disparó hasta 29.500%. En enero, una rebanada de pan costaba 250 marcos. En noviembre, su precio era de 200.000 millones de marcos.
Grecia. El país sufría su mayor hiperinflación en 1944, con una tasa diaria del 18%. Los precios se duplicaban cada 4 días y 6 horas. Al igual que Hungría, la II G.M. fue la causante de la situación. El mayor pico de inflación mensual alcanzó el 13.800%. Tardó más que Hungría en volver al buen camino económico. Lo hizo con una reforma fiscal, préstamos y la llegada de una nueva moneda.