La economía de España sigue aguantando en medio de la ralentización europea. Sin embargo, se deja arrastrar y acusa la incertidumbre global. Crece cada vez a menor ritmo, subiendo solo un 0,5% entre los meses de abril y junio.
El crecimiento se queda así en el 2,3% interanual. Se trata de una desaceleración respecto al 0,7% y el 2,4% registrados entre enero y marzo.
Consumo
El consumo de los hogares también pierde empuje y suma un 0,3% trimestral y un 1,7% interanual. Unos números que han sorprendido a la mayoría de organismos internacionales, que hacían revisiones al alza.
Aunque los datos son positivos, la tendencia evidencia una cierta desaceleración compatible con un crecimiento más próximo al 2% que al 2,3% que contemplaba la Comisión Europea y el FMI.