Concretamente, este nuevo y pionero paso en el campo de la cirugía robótica consolida al hospital como referente autonómico en este ámbito ya que la extirpación de parte o todo el esófago, no muy frecuente por la menor incidencia de este tipo de tumor frente a otros, suele realizarse por procedimientos mínimamente invasivos como la laparoscopia y la toracoscopia, pero no con asistencia totalmente robótica con el sistema Da Vinci, lo que supone la principal novedad de este caso, y repercute en numerosos beneficios tanto para la propia intervención como para el paciente.
Así, “el apoyo de la cirugía robótica en este procedimiento aporta ventajas estratégicas como una mayor seguridad y facilidad en la realización de la técnica, especialmente del tiempo torácico, con mejor precisión, visibilidad y comodidad en el uso de instrumentos, facilitando enormemente la realización de la disección esofágica y reconstrucción esófago-yeyunal”, explica el Dr. Gustavo Adolfo Díaz García, especialista del Servicio de Cirugía General y del Aparato Digestivo.
Todo ello -añade- repercute en una reducción del sangrado y de las complicaciones postoperatorias, sobre todo pulmonares, así como en menor dolor y estancia hospitalaria y una recuperación más rápida del paciente.
El paciente intervenido, de 72 años, había sufrido previamente un cáncer de laringe y otro de pulmón que, pese a estar ya superados, representaban un factor de riesgo adicional a la extirpación de la tercera neoplasia, en el esófago, motivo por el cual el Servicio de Cirugía General y del Aparato Digestivo del Hospital Universitario Rey Juan Carlos apostó por el abordaje robótico, tal y como indica el Dr. David Alias Jiménez, también especialista de este departamento.
“Una semana y media después de la intervención, el paciente progresa satisfactoriamente en su recuperación y evoluciona de forma positiva con un tiempo menor del habitual gracias a la técnica quirúrgica empleada”, apostilla el cirujano.