Aunque los economistas de servicio de estudios de CEOE creen, como el resto de los analistas, que aún es pronto para cuantificar el impacto en la economía real, porque depende de lo que perdure la situación y de su evolución, avisan que el problema de Cataluña “sí podría tener su reflejo en la última parte del año, intensificando la desaceleración prevista para el cuarto trimestre y para 2018”.
Son ya muchísimas las empresas que han cambiado su sede social en Cataluña para evitar la penalización de los mercados ante la deriva soberanista, el sector turístico de la comunidad está sufriendo caídas de la facturación de entorno al 15% y las reservas en las agencias de viajes han llegado a descender en Cataluña un 50%. Y todos estos indicadores se reflejarán, más tarde o más temprano, en el conjunto nacional, ya que Cataluña es uno de los motores económicos del país.
Con todo, la buena marcha de la actividad hasta el verano permite diagnosticar, un crecimiento del PIB del 3% para este año y una creación de empleo alrededor de los 500.000 puestos de trabajo en términos de EPA. De este modo, la economía española acumularía tres años consecutivos creciendo en el entorno del 3%. Sin embargo, si el servicio de estudios esperaba que la actividad repuntaría un 3,2% en 2017, ahora calculan que lo hará un 3%. Y no descarta nuevas revisiones a la baja para el año próximo.
Los datos de afiliación a la Seguridad Social hasta septiembre han cerrado un trimestre más moderado en creación de empleo(3,5% frente al 3,8% anterior), pero con una tendencia a lo largo de estos meses que ha ido de menos a más. Además, sigue siendo un ritmo de creación de empleo elevado, según aseguran los economistas de CEOE.