Las mascarillas, ya sean caseras, quirúrgicas o FFP2, se han convertido en un complemento diario durante los meses de la pandemia del Covid-19. Su uso es obligatorio en cualquier actividad en público y esto genera alguna contraindicación durante su uso continuado. En muchas ocasiones, el problema no es la propia mascarilla, sino el hecho de que un mal uso de la misma pueda producir un empeoramiento de ciertas patologías frecuentes.
A pesar de que estos efectos negativos suelen tener que ver con la salud de la piel, también se pueden ver afectadas patologías respiratorias como las alergias, e incluso la ansiedad. Respirar con dificultad con la mascarilla en verano es inevitable, dado que el aire está más caliente, tiende más a expandirse y cuesta más introducirlo en los pulmones. Esto genera sensación de ahogo, pero detrás de la misma hay un proceso en el que interviene nuestro propio estrés ante la incomodidad.
Lorenzo Armenteros, médico y portavoz de la SEMG (Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia), explica en Eldiario.es que existen trucos para mejorar estas sensaciones que ahogo que pueden llegar a generar ansiedad. La primera recomendación es probar varias mascarillas y elegir la que mejor se adapte a nuestra anatomía. La segunda, más que una recomendación es una obligación: cambiar la mascarilla con la frecuencia recomendada por el fabricante y las autoridades. De este modo se evita la acumulación de partículas como polvo y ácaros, y se reduce la posibilidad de que aparezcan alergias respiratorias.
La respiración abdominal ayuda a acompasar y ralentizar la frecuencia respiratoria y a reducir el estrés
También puede resultar muy útil practicar la respiración abdominal o diafragmática, que consiste en respirar dilatando el abdomen en lugar de ensanchar el tórax. Esto ayuda a acompasar y ralentizar la frecuencia respiratoria y a reducir el estrés. Por último, una buena práctica es contener la respiración tanto como se pueda (unas decenas de segundo) para “propiciar que se consuma el exceso de oxígeno y se reequilibren los niveles de O2 con los de CO2”, según explica Armenteros.
Puesto que es importante llevar la mascarilla sin excepciones, ya que esta es la defensa más eficiaz contra el Covid-19 hasta que no aumente la eficiencia de los rastreadores y las pruebas PCR, es necesario seguir las instrucciones y recomendaciones de los expertos sobre el uso continuado de las mascarillas durante horas.
