El Banco Central Europeo, presidido por Christine Lagarde, anunció este jueves de que finalizará las compras de deuda pública y privada de la zona del euro el 1 de julio ante la fuerte subida de la inflación. Tras decidir concluir las compras de deuda y comenzar a subir los tipos de interés en 25 puntos básicos en julio, el Consejo de Gobierno del BCE hace hincapié en que al conducir la política monetaria mantendrá la opcionalidad, que sus decisiones dependerán de los datos, serán graduales y flexibles.
El BCE informó hoy en Fráncfort tras la reunión del Consejo de Gobierno en Ámsterdam de que la cuantía de este aumento en septiembre dependerá de los datos de inflación.
«Si las perspectivas de inflación a medio plazo persisten o se deterioran, un incremento mayor será apropiado en la reunión de septiembre«, dijo la entidad en un comunicado.
El peligro de la inflación
El BCE dice en el comunicado que «en mayo la inflación subió de nuevo significativamente, principalmente por el aumento de los precios de la energía y de los alimentos» debido al impacto de la guerra.
La entidad destaca que las presiones inflacionistas se han «ampliado e intensificado» y que los precios de muchos bienes y servicios han aumento fuertemente.
El BCE ha revisado notablemente al alza sus pronósticos de inflación en 2022 hasta el 6,8 %, cuando en marzo pronosticó que sería del 5,1%
Por ello el BCE ha revisado al alza sus pronósticos de inflación y a la baja los de crecimiento para la zona del euro significativamente. El BCE ha revisado notablemente al alza sus pronósticos de inflación en 2022 hasta el 6,8%, cuando en marzo las previsiones eran del 5,1%.
«La elevada inflación es el principal desafío para todos nosotros. El Consejo de Gobierno se asegurará de que la inflación vuelve a su objetivo del 2% a medio plazo«, dijo en el comunicado. El BCE pronostica una inflación del 3,5% en 2023 (2,1% en marzo), y del 2,1% en 2024 (1,9%).