‘A un cuervo y los huracanes que, desde lugares desconocidos, traen de vuelta olores de humanos enamorados’ es el título de la exposición creada por el artista Petrit Halilaj (Kostërrc, Skenderaj, República de Kosovo, 1986) que acoge el Palacio de Cristal, en el parque de El Retiro de Madrid. Se trata de la primera muestra de Halilaj en España, y la primera que inaugura el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía tras la pandemia del coronavirus.
Después de que el montaje se interrumpiera, ahora la exposición se podrá visitar de manera gratuita hasta el 28 de febrero de 2021. En ella se puede conocer parte de la biografía del artista, y también parte de la historia reciente de Yugoslavia, su país, así como las tensiones políticas y culturales que han tenido. Una mezcla de historia personal, identidad cultural y nación para reflexionar sobre el sistema social y la cultura mundial.
El Palacio de Cristal se llena de flores gigantes, obras hechas en un marco de acero y lienzo pintado que protagonizan el espacio. Estas flores las realizó junto su pareja, el artista Álvaro Urbano, y han sido escogidas en función de la importancia que han tenido en momentos puntuales de su relación con sus familiares y con los de Álvaro.
La obra ‘Here To Remind You’ simboliza la relación de dos personas que se aman y cuyo amor es negado por la sociedad
Con los pájaros, Halilaj simboliza la libertad, sirviéndose de su capacidad de volar y de vivir sin fronteras. Con la obra ‘History of a Hug’ (Historia de un abrazo), en la que un cuervo blanco antropomórfico (con cuerpo humano) sostiene un tronco de madera, cuenta como su abuelo, estando trabajando con la madera, se enteró de que acababa de ser padre y no pudo más que agarrar fuerte un tronco para disimular la alegría que sentía, y que hubiera sido vista como una debilidad.
Otra de las piezas centrales de la muestra es ‘Here To Remind You’ (Aquí para recordarte). En ella, dos grandes patas de pájaro majestuosas se tocan y se entrelazan para simular dos personalidades diferentes: dos pájaros que se hacen uno. Con ella, el artista podría simbolizar la relación de dos personas que se aman y cuyo amor es negado por la sociedad en la que viven, como ocurre en Kosovo con la homosexualidad.
