Una conversación telefónica entre dos líderes políticos se salda con un pacto muy estratégico. Como si de una partida de ajedrez se tratase, el caballo estadounidense retrocede varias casillas para que la reina pueda comer. En este caso, la reina es Erdogan, primer presidente de Turquía, y quiere ganar la partida.
El presidente turco ya avisó el pasado día 12 de una operación militar turca contra la milicia kurdo-siria. El ejército había comenzado a enviar tropas y artillería a la frontera con Siria. Sin embargo, la presencia de casi 2.000 militares de EEUU desplegados en el norte de Siria entorpecía la operación. Además, ambas potencias son miembros de la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte). Por este motivo, Turquía consideró la intervención como arriesgada y prefirió no avanzar por miedo a provocar bajas estadounidenses.
EEUU retira sus tropas de Siria
Ahora las cosas han cambiado. La retirada militar estadounidense facilitará a Turquía a cumplir sus planes en Siria. Dicha retirada está programada en un “plazo de 60 a 100 días”. Los medios turcos han informado que el repliegue estadounidense ha comenzado este jueves con la partida de numerosos camiones en dirección a Irak.
Los kurdos han considerado la decisión de Donald Trump como “una puñalada por la espalda”. Según el medio ruso Sputnik es posible que la milicia kurda pretenda llegar a un pacto con el régimen de Bachar el Asad. El objetivo sería evitar el ataque turco. También la salida de EEUU de Siria presenta una serie de problemas para Turquía. Puesto que el régimen sirio ya tiene vía libre para recuperar autoridad en partes que aún no controla.
Turquía ya ha intervenido en dos ocasiones en Siria
La operación Escudo del Éufrates en agosto de 2016 y la Rama de Olivo el pasado enero son hasta el momento, las dos intervenciones turcas en Siria.
Respecto a una inminente tercera operación, Sedat Ergin, analista del diario turco Hürriyet, ha mencionado que la tercera invasión turca bastaría con interrumpir las comunicaciones sirias con el norte kurdo de Irak.
Dentro de Turquía son pocos los que critican los nuevos planes bélicos del Gobierno. Solo el Partido Democrático de los Pueblos (HDP, izquierdista y prokurdo) denuncia un intento de Erdogan por consolidar el voto nacionalista de cara a las elecciones locales de marzo. Todo esto sucede en un momento en que la economía turca empieza a flaquear augurando una preocupante crisis.